viernes, 13 de abril de 2007

PLAN AMANECER

PLAN “DESPERTAR”:
una respuesta católica
al programa evangélico “Amanecer”

Premisas
· No se trata de un plan “oficial” de la Iglesia Católica a ningún nivel. Se trata sencillamente de un intento particular de dar una respuesta al problema de las sectas.
· Su finalidad es “despertar” el interés y la acción de la Iglesia en este sector.
· Frente al programa “Amanecer”, todo esto puede aparecer demasiado pobre y hasta ridículo. Más pobre y hasta ridículo tenía que haber parecido David frente a Goliat. Y ganó la pelea.
· No estamos en contra del ecumenismo. Aquí se trata de ver qué podemos hacer para ayudar a los católicos frente a la agresión organizada y capilar de las sectas. Solamente frenando su euforia conquistadora, podemos llegar a un ecumenismo efectivo.
· No todos tienen la capacidad, las ganas y el valor de enfrentarse a este problema.
· No faltan pastores “cobardes” que se escudan bajo el manto del ecumenismo para no hacer nada y sentirse “progresistas”.
· Este Plan quiere reunir a todos los católicos de buena voluntad, que aman profundamente a Cristo y a su Iglesia y quieren hacer algo para ayudar a los hermanos más expuestos al peligro de dejarse arrastrar por las sectas.
· Es un acto de fe en la Iglesia, “una, santa, católica y apostólica”.
· Todos están invitados a tomar lo que les pueda ayudar y al mismo tiempo a ofrecer las aportaciones que consideren más oportunas para enriquecerlo más.

1.‑ ¿En que consiste el Programa evangélico “Amanecer”?
El Programa “Amanecer” consiste en un conjunto de estrategias para la conquista evangélica (protestante) del mundo entero, teniendo como meta levantar una capilla por cada barrio, colonia aldea o pueblito.
Que cada grupo de personas de 500 a 1,000 cuente con su capilla y una pequeña congregación de por lo menos 10 personas, que establezcan contacto directo con todos los demás habitantes del lugar. Y todo esto a nivel mundial, empezando por los países católicos y dando prioridad a Guatemala y Filipinas.

2.‑ Respuesta católica
Que en cada barrio, colonia, aldea o pueblito exista por lo menos una pequeña comunidad cristiana, con o sin capilla propia, que tome contacto con todos los habitantes del lugar y represente un fermento de vida cristiana (comunidades neocatecumenales, comunidades eclesiales de base, grupos de oración, etc.). Lo importante es que la comunidad cuente con los elementos básicos de la vida cristiana (oración, escucha de la Palabra y compromiso).
Para hacer frente al problema de las sectas, es muy importante que los miembros de estas pequeñas comunidades cristianas cuenten con una preparación específica en el campo bíblico y del sectarismo, para dialogar con los católicos en dificultad por motivos de fe y cuestionar a los hermanos separados. Y todo esto, empezando por los ambientes católicos y especialmente por los que más se encuentran en la mira de las sectas, como son Guatemala y Filipinas, América Latina y las mismas regiones de Estados Unidos con mayor presencia católica.

3.‑ Nueva Evangelización
¿Cómo lograr que en cada grupo humano y ambiente exista una pequeña comunidad cristiana, llena de fe y entusiasmo misionero? Poniendo en marcha la Nueva Evangelización, tan auspiciada por el Papa Juan Pablo II.
¿Y cómo poner en marcha la Nueva Evangelización? Antes que nada, propiciando una buena infraestructura pastoral para que todos los miembros de la Iglesia sean debidamente atendidos y, al mismo tiempo, estar en condiciones para una actividad específicamente misionera.
Evidentemente, para lograr esto, no es suficiente la acción, aunque sea esmerada, del clero y la vida religiosa. Es indispensable la intervención directa del laicado, mediante el establecimiento de los ministerios laicales y el diaconado permanente, que puedan transformarse en los primeros colaboradores de los obispos y de los presbíteros.
Además, es necesario dividir las parroquias en sectores, cada uno atendido por un diácono permanente o un ministro laico.
Una vez controlado el territorio parroquial, contando con ministros suficientes y capacitados, hay que preocuparse por los ambientes humanos: cárceles, hospitales, escuelas, juventud, familia, niñez, etc., con una pastoral específica y personal oportunamente preparado.
En toda esta labor, sin duda los movimientos apostólicos podrán ofrecer los recursos humanos y materiales necesarios para lograr esta infraestructura básica y formar las pequeñas comunidades cristianas que tanto necesitamos.
Que esto quede bien claro: no podemos hablar de Nueva Evangelización sin preocuparnos antes que nada de formar los cuadros básicos para “pastorear” eficazmente al pueblo de Dios. Muchos católicos, en efecto, dejan la Iglesia, sencillamente por el hecho de no ser debidamente atendidos. Los “vacíos pastorales” siguen siendo aún la causa principal del éxodo de los católicos hacia las sectas.

4.‑ Defensa de la fe
Evidentemente no se trata de atacar a los hermanos que dejaron la Iglesia, o presionarlos para que regresen. Antes que nada, esta actividad tiene que dirigirse al interior de la Iglesia. En un segundo tiempo y, como de reflejo, se dirigirá a los que se fueron con las sectas. Más que nada se trata de prevenir el incendio, más que de apagarlo.
Así que la Defensa de la Fe tiene dos aspectos fundamentales:

1.‑ Fortalecer la fe de los católicos
¿Cómo lograr esto?
a) Aclarando que la Iglesia Católica es aquella única Iglesia que fundó personalmente Cristo cuando vivió en este mundo, dirigida por Pedro y los apóstoles. Esta fue encargada de llevar el Evangelio a todo el mundo. Actualmente en la Iglesia Católica reside la plenitud del Evangelio, de los medios de salvación y de los poderes que Cristo entregó a Pedro y los apóstoles.
Las sectas, ‑por el contrario-, son grupos particulares, fundados por hombres. No cuentan con ninguna garantía de parte de Cristo. Por eso enseñan cosas buenas y también cosas malas. Por eso hay tanta división entre ellas mismas.
b) Haciendo reflexionar sobre el hecho que la Biblia surgió de la Iglesia y no la Iglesia de la Biblia. Por tanto, es un absurdo tomar la Biblia y rechazar aquella Iglesia que le dio origen, y después con la Biblia fundar la propia Iglesia, desconociendo la que fundó Cristo personalmente cuando vivió en este mundo.
c) Dando a conocer la respuesta a los principales ata­ques de las sectas.

Cuando un católico conoce todo esto, difícilmente se dejará confundir por las sectas, a menos que no intervengan otros factores de orden psicológico o económico.

2.‑ Cuestionar a los hermanos separados
Cuestionar, no presionar. También en este caso es preferible confiar en el “esplendor de la Verdad”. Callarse por un malentendido ecumenismo, es cobardía y traición. A nosotros está poner los medios humanos; a Dios llevar a cabo la obra.
Recordar el ejemplo del Buen pastor que busca a la oveja perdida y cura a la herida. Solamente el asalariado, preocupado por sí mismo, su bienestar y prestigio, abandona la oveja a su destino, gritando a los cuatro vientos: “Yo no tengo problemas con las sectas: me llevo muy bien con sus pastores”. Claro, porque “el lobo no se come al pastor, sino a las ovejas”, como decía un agente de pastoral laico en cierta ocasión.
Así que, seamos más realistas y menos demagógicos, dejando a un lado actitudes infantiles que de nada sirven.

5.‑ Ecumenismo y defensa de la fe
Se trata de dos tareas complementarias: ecumenismo con los que buscan la unidad y defensa de la fe con los que la amenazan. La defensa de la fe es para evitar la división; el ecumenismo para restablecer la unidad. En efecto, el título del documento conciliar que se refiere la ecumenismo es “Unitatis redintagratio” (Restablecimiento de la unidad).
Para algunos parece que el ecumenismo quiere decir el reconocimiento y la aceptación de la división como algo normal, sin ninguna perspectiva de unidad. Como si el ecumenismo fuera el camino para la aceptación de una super­iglesia, dando por descontada la muerte de aquella única Iglesia que fundó Cristo, dirigida por Pedro y los apóstoles.
En cualquier sociedad, frente a una invasión en acto, se ve qué hacer para detenerla. Sólo después se habla de paz. En efecto, es ridículo hablar de paz en plena guerra, bajando la guardia y dejando al agresor plena libertad de acción en contra de los ciudadanos.
En el caso de las sectas, es evidente que están tratando de confundir y enredar a nuestros católicos con un sinfín de mañas y artimañas. Entonces, tenemos que ver como ayudar a nuestros hermanos a no dejarse engañar. Una vez que pierden su euforia conquistadora, será posible hablar seriamente de ecumenismo. En efecto, las sectas nunca han hablado de ecumenismo.
Lo vuelvo a repetir: la defensa de la fe es para evitar que el incendio se extienda más; el ecumenismo es para apagarlo. Y no vaya a suceder que para poder ejercer el propio carisma ecuménico, se vayan propiciando incendios por todos lados.
La Apologética se preocupa por fomentar la fe del católico, para que no se deje desviar por propuestas religiosas diferentes y permanezca firme en la Iglesia; el Ecumenismo se preocupa por superar las diferencias existentes entre las distintas expresiones del cristianismo con miras a reconstruir la plena unidad.
Siempre será necesaria la Apologética, porque siempre habrá tentaciones en contra de la fidelidad a Cristo y a su Iglesia; siempre será necesario el Ecumenismo porque, de hecho, siempre habrá discrepancias y divisiones entre los discípulos de Cristo.
El mismo rostro humano de la Iglesia exigirá siempre un cuidado constante para evitar y curar heridas, Para evitar divisiones, la Apologética; para restablecer la unidad, el Ecumenismo. Admitir solamente el ecumenismo es pecar de ingenuidad, como si el peligro de la división no estuviera siempre latente en la Iglesia; por otro lado, quedarse solamente con la Apologética es pecar de crueldad, dejando a la deriva a los que se desvían.
Sano realismo: somos débiles, somos pecadores, es fácil apartarse de Dios y del hermano; hay que luchar constantemente por restablecer la unidad con Dios y el hermano. Unidad del corazón y unidad visible. Unidad en el interior de la Iglesia y unidad con los que de distinta manera se apartaron de ella.
Amor hacia los de adentro y amor hacia los de afuera. Por amor y con amor, fortalecer la fe del hermano débil para que no ceda frente a las presiones externas; al mismo tiempo, por amor y con amor cuestionar al hermano que se alejó, para que recapacite y juntos podamos emprender el camino de aquella unidad tan querida por Cristo (Jn 17,21) y simbolizada en la imagen del único rebaño bajo la guía del único Pastor (Jn 10,16).
Apologética y Ecumenismo, las dos caras de la misma medalla: la búsqueda y preservación de la unidad. Unidad para que no se rompa y unidad para que se restablezca. El signo de la mesianidad de Cristo. Una tarea que se merece cualquier sacrificio.

6.‑ Preparación
La actividad a desarrollarse en el campo de la defensa de la fe es muy amplia y diferenciada, según se dirija al pueblo en general o a los que van a transformarse en los “expertos” en esta labor.

1.‑ Concientización
Se dirige al pueblo en general y mira a dar seguridad a su fe. Se trata de situar el problema del sectarismo en sus justas dimensiones, teniendo presente el aspecto teológico y pastoral y ofreciendo pistas de solución. Al mismo tiempo se trata de dar la respuesta a ciertas acusaciones injustas que vienen de parte de las sectas. El objetivo consiste en crear en los católicos la conciencia de encontrarse en la verdadera Iglesia de Cristo e impulsarlos hacia una vida cristiana más auténtica, viendo en el problema de las sectas una amenaza en contra de la propia fe, una prueba más que hay que superar para ser verdaderos discípulos de Cristo.

2.‑ Capacitación
Se dirige a grupos especiales y mira a formar “expertos” en el problema del sectarismo. Se desarrolla a tres niveles:

a) Nivel básico
Abarca tres aspectos:
· Identidad católica: la Iglesia, la Biblia, diferencia entre Antiguo y Nuevo Testamento, contenidos bíblicos, interpretación de la Biblia, María, bautismo, el culto, Apocalipsis, etc.
· Separación y búsqueda de la unidad: origen del protestantismo, causas del sectarismo, métodos de conquista utilizados por las sectas, ecumenismo, líneas de acción pastoral, etc.
· Respuesta a los principales ataques de las sectas: imágenes, Papa, fin del mundo, purgatorio, etc.

b) Nivel medio
Se trata de un estudio detallado acerca de los testigos de Jehová, los mormones, los adventistas del séptimo día, la nueva era y algún otro grupo que en el lugar tiene una importancia especial.
Al mismo tiempo se profundiza más el curso anterior y se da la respuesta a las dificultades que hubieran surgido a raíz del trabajo que se está realizando con relación al problema de las sectas.

c) Nivel superior
Se estudia la teología protestante con relación a la teología católica, teniendo presente de una manera especial el momento de la Reforma protestante y la Contrarreforma católica.
Quiero aclarar que todo esto no es un proyecto y nada más. Más bien se trata de un sistema que se ha ido implementando poco a poco mediante la investigación y la experiencia desde hace diez años. Además, abarca el aspecto teórico y práctico, con evaluaciones continuas, encuestas y entrenamiento para aprender a dialogar.

3.‑ Promotores y Defensores de la Fe
“El objetivo de todo este trabajo consiste en crear en cada diócesis, parroquia, pueblo o barrio un grupo de Promotores y Defensores de la Fe”, que se dediquen al problema de las sectas, dispuestos a intervenir al momento oportuno para asesorar a los católicos en dificultad y dialogar con los hermanos separados que manifiestan algún interés hacia el catolicismo.

7.‑ Actividades
· Pláticas, conferencias, congresos, homilías, convivencias con cantos, mensajes, sociodramas y entrenamientos acerca del problema de las sectas.
· Cursos de concientización y cursos de capacitación.
· Edición y difusión de folletos, libros, audiocassettes y videocassettes, programas de radio y televisión, secciones en los periódicos, etc.
· Investigaciones, ejercitaciones y tesis en los seminarios y demás centros de estudios.
· Bibliotecas para favorecer el conocimiento de la problemática relacionada con el fenómeno sectario.
· Visitas domiciliarias.

8.‑ Prioridades
Para avanzar y no enfrascarse en situaciones de poca trascendencia, es necesario tener presentes algunas prioridades:

1.‑ Territorio
a) Antes que nada, hay que luchar para que en cada nación haya por lo menos un equipo de “Promotores y Defensores de la Fe”.
b) Este equipo tratará de hacerse presente en todas las diócesis, dando a conocer la actividad y el material existente acerca del problema de las sectas.
c) Empezar a realizar el programa de actividades en las diócesis más abiertas y sensibles al problema de las sectas.
d) Una vez presente en una diócesis, hay que tratar de hacerse presentes en todas las parroquias.
e) El equipo parroquial tratará de hacerse presente en todos los barrios, colonias, sectores o pueblitos, luchando para que en cada lugar haya por lo menos una persona preparada sobre el problema de las sectas. f) Si se trata de pequeñas naciones, un grupo de ellas puede ser incluido en un mismo proyecto. (Ej.: Centroamérica) o dividirlas en uno o más proyectos según el idioma (Ej.: el Caribe).

2.‑ Material didáctico
a) Empezar con el más sencillo y barato: por ejemplo, “Cuidado con las sectas”, “La Iglesia Católica y las sectas. Preguntas y respuestas”, “Historia de la Salvación Popular”, y los cassettes “Iglesia y sectas” y “Canta y defiende tu fe”.
b) Después se pasa a otro material, según las necesidades de la gente y sus posibilidades económicas. c) Promover la traducción y adaptación del material a las principales lenguas: inglés, francés, italiano, portugués, etc.; o dialectos.

3.‑ Ambiente
a) Empezar siempre por los obispos y presbíteros y seguir con los seminarios, centros de formación para los religiosos y las religiosas, centros de formación para laicos, movimientos apostólicos y pueblo en general. No importa si aceptan o no; lo importante es que puedan darse cuenta de las ideas que se manejan y del material que se utiliza. No hay que ceder a la tentación de dirigirse directamente al pueblo en general, que es el más expuesto al peligro de las sectas y, por lo tanto, el más sensible a esta problemática. Hay que estar bien convencidos de que se logra mucho más conquistando a la causa algún obispo, presbítero, seminarista, religioso, religiosa o laico comprometido, que concientizando a un montón de laicos sin ningún compromiso con la Iglesia.
b) Luchar para que se implanten cursos formales acerca del problema de las sectas en los seminaristas y demás centros de formación para religiosos y laicos. Solamente así se pondrán las bases para implantar en la Iglesia el ministerio de la defensa de la fe.
c) Detectar a personas de los distintos ambientes (obispos, presbíteros, religiosos, religiosas, laicos comprometidos), que simpaticen con esta actividad, con el fin de formar células que traten de convencer a los de su misma categoría.

9.‑ Motivación
Uno tanto más se involucra cuánto más se siente motivado. Las motivaciones pueden ser de orden:
a) Bíblico: fidelidad a la Iglesia que fundó Cristo; unidad entre los discípulos de Cristo; amor hacia la madre de Jesús, a la Eucaristía, al Sucesor de Pedro, a la palabra de Dios, interpretada correctamente; sentido de alerta frente a los falsos profetas y falsos Mesías; etc.
b) Histórico: la Iglesia Católica es la que fundó Cristo, las sectas surgieron después; la Biblia surgió de la Iglesia Católica y no viceversa; las sectas arrebataron la Biblia de la Iglesia Católica, tergiversando su sentido auténtico.
c) Patriótico: nuestra patria o nuestra raza están siendo invadidas por las sectas, tenemos que hacer algo. Es el momento de pasar a la acción. Imitar el amor de Cristo y Pablo para con su gente.
d) Cultural: las sectas se aprovechan de la Biblia para trastocar la cultura y los valores de nuestro pueblo, imponiendo la cultura y los valores del imperio. Es tiempo de reaccionar.
e) Grupal: nuestro movimiento, nuestra diócesis, nuestra parroquia, el laicado, la vida religiosa, nuestra congregación... hoy tiene una gran oportunidad de servir a Dios, a la Iglesia y a la sociedad. Hay que aprovecharla.
f) Personal: se vive una sola vez: tú tienes una gran oportunidad para hacer historia y ser alguien en el plan de la salvación. Lánzate a la acción. Mejor un día o un año como águila o león, que cien años como gallina o ratón.
Domingo de Guzmán, Francisco de Asís y tantos otros más supieron aprovechar la oportunidad que tuvieron y lograron ser lo que son. Y tú, ¿qué esperas?

10.‑ Información
Cualquier experiencia, iniciativa o reflexión puede influir en los demás si es conocida. Por lo tanto, es necesario recoger toda la información posible (literatura, actividades, planes, etc.) acerca del fenómeno sectario y ponerla a disposición de todos los interesados.

Medios a utilizar:
· boletines a nivel nacional.
· revista a nivel internacional, (el actual Boletín “Iglesia y Sectas” podría transformarse en una revista para todo el continente americano).
· congresos locales, regionales, nacionales e internacionales para el pueblo en general y también para grupos reducidos de expertos. Puede haber congresos especiales para agentes de pastoral.
· bibliotecas especializadas en el problema de las sectas, con material católico, de las mismas sectas y de los expertos en el fenómeno sectario.

11.‑ Espíritu profético
Para muchos el ecumenismo es una panacea. Según ellos, allá está la clave para solucionar todos los problemas de orden religioso, que aquejan a la Iglesia y a la sociedad, cerrando los ojos y los oídos frente al clamor del pueblo, que está siendo atacado por las sectas. Tienen una visión demasiado rosada de la realidad.
Pues bien, los que trabajamos en el campo de las sectas queremos representar una voz profética acerca de la realidad en que vive el pueblo cristiano, desgarrado por la división y expuesto a mayores sufrimientos a causa del tenaz proselitismo sectario, si no se oye su voz y no se atienden sus demandas de ayuda.
Antes que nada, este espíritu profético se manifiesta en una denuncia de todo lo que está desfigurando el rostro de la Iglesia y en una demanda de mayor compromiso hacia las masas católicas que se sienten abandonadas, frustradas y pisoteadas.
En realidad, no se puede hacer frente al problema de las sectas sin realizar primero un verdadero cambio en las estructuras pastorales de la Iglesia que permitan una atención personalizada hacia todos sus miembros mediante el surgimiento de un laicado maduro y responsable, verdadero colaborador del clero en la tarea evangelizadora.
Después, se manifiesta en un esfuerzo por detectar ciertas falacias presentes en algunas maneras de llevar adelante el ecumenismo con mucha superficialidad y sin sentido crítico, contribuyendo así a derrumbar la fe de los débiles. Y, por fin, se manifiesta en descubrir los engaños presentes en la acción proselitista de las sectas, hablando mucho de amor y sembrando el odio contra todo lo que es católico. Los que trabajamos en esta línea, queremos descubrir la voz del Señor, presente en el fenómeno sectario e invitar a todos a estar atentos a esta voz para ser dóciles a las mociones del Espíritu.

12.‑ Metas concretas
El problema de las sectas es muy complicado. Por lo tanto, si pretendemos encontrar una solución global a este problema, nos vamos a enfrascar en un sinfín de otros problemas de difícil solución.
Por lo que respecta al Plan “Despertar”, lo que importa es dar a todos los católicos la oportunidad de conocer su identidad para no dejarse confundir por las sectas, y que además conozcan la respuesta a sus principales ataques.
No hay que olvidar que el engaño juega un papel muy importante en la estrategia de conquista de las sectas.
Evidentemente, no se descartan las investigaciones profundas acerca del fenómeno sectario, que sin duda pueden ayudar bastante para establecer ciertas líneas de acción más acordes a la realidad. Lo que queremos decir es que no responden a nuestro objetivo concreto e inmediato.
Lo que en este momento nos importa más es implantar en todas partes grupos de “Promotores y Defensores de la Fe”. Y para lograr esto es importante fijarse metas concretas.
He aquí unos ejemplos prácticos:
· Este año vamos a tomar contacto con todos los obispos de tal nación o región, tratando de establecer, por lo menos, un grupo de “Promotores y Defensores de la Fe” en cada diócesis que acepta nuestro método de trabajo.
· Donde ya estamos trabajando, nos comprometemos a subir un 20% de los grupos de “Promotores y Defensores de la Fe” durante el lapso de un año.
· Para el año 2000 nos comprometemos a establecer el Plan “Despertar” en todos los países que cuenten con cierta presencia católica, amenazada por la acción proselitista de las sectas.

Después, los grupos de “Promotores y Defensores de la Fe” tratarán de implementar en cada lugar las iniciativas que consideren más oportunas. Lo mismo hay que hacer con relación al tipo de actividades que hay que desarrollar para hacer frente al problema de las sectas.
Por ejemplo:
· Durante los próximos 3 años lucharemos para lograr en cada diócesis, por lo menos, un programa de radio relacionado con el problema de las sectas.
· En un lapso de 3 años vamos a establecer en cada nación un centro para editar y difundir el material relacionado con el problema de las sectas.
· Nos comprometemos a difundir durante el próximo año la cantidad de 20,000 ejemplares del folleto... o del cassette...

Lo que importa es que se trate de metas bien precisas y factibles, cuyo éxito se puede fácilmente evaluar. Esta manera de trabajar sin duda ofrece un gran estímulo para avanzar más aprisa.

13.‑ Iniciativas de apoyo
Para hacer más efectivo el Plan “Despertar”, es necesario implementar una serie de iniciativas de apoyo, como son:
1. Favorecer el surgimiento de pequeñas comunidades cristianas, los ministerios laicales y el diaconado permanente.
2. Promover un culto más vivo y participativo.
3. Purificar la religiosidad popular.
4. Multiplicar los centros de formación para laicos a nivel parroquial, zonal, diocesano y regional.
5. Impulsar las visitas domiciliarias.
6. Impulsar la pastoral rural y suburbana,
7. Impulsar en los seminarios y demás centros de formación para religiosos, religiosas y laicos comprometidos, una cátedra de oratoria sagrada y comunicación masiva.
8. Aprovechar las misiones populares, la catequesis presacramental y la homilía para aclarar los puntos relacionados con el problema del sectarismo.
9. Construir una capilla por cada colonia, barrio o pueblito.
10. Establecer una línea telefónica por cada nación, región o ciudad con el fin de asesorar a las personas necesitadas de ayuda espiritual.
11. Poner en cada templo católico un buzón, en el cual se puedan depositar cartas, solicitando ayuda para los hermanos que se encuentren en peligro de perder la fe o presentando alguna sugerencia.
12. Establecer una cátedra de ecumenismo y apologética en los seminarios y centros de formación para religiosas y laicos.
13. Establecer una licenciatura en teología con especialización en ecumenismo y sectas.
14. Fundar escuelas de apologética en los lugares más afectados por el problema de las sectas.
15. Impulsar tesis y ejercitaciones escolares sobre el fenómeno sectario, sea en las instituciones eclesiásticas que gubernamentales o particulares.
16. Promover oraciones públicas y privadas en favor de la unidad de los cristianos.

14.‑ Espíritu misionero y voluntariado
Es un hecho que desde hace algunos años el espíritu misionero ha decaído muchísimo en la Iglesia Católica.

Causas:
· Una cierta manera de presentar el ecumenismo y los valores que se encuentran en todas las culturas y religiones, vanificó el sentido de la misión, vista como herencia de un pasado oscurantista y cargado de fanatismo.
· Los jóvenes de ahora le tienen miedo a un compromiso por toda la vida.
· Se insistió demasiado en un voluntariado con miras a la promoción humana, dejando a un lado el aspecto específico de la evangelización, que consiste esencialmente en anunciar a Cristo.

Solución:
Aparte de las formas tradicionales de realizar la misión, hay que ir descubriendo nuevos caminos.
· Que los movimientos apostólicos se hagan presentes y actúen también en las regiones marginadas religiosamente, desplazándose de un lugar a otro y de un país a otro.
· Que dentro de la Iglesia pueda surgir un voluntariado realmente misionero, especialmente entre los jóvenes.

En este aspecto, el Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra” puede ofrecer una inspiración válida para todos. Se trata de muchachos y muchachas que, antes de casarse o de dar inicio a una actividad profesional, dan un servicio a la Iglesia. Dejan su familia, su pueblo... y se integran al Movimiento.
Primero tienen una preparación de unos 5-6 meses y después hacen la promesa de un año. Algunos se quedan durante dos, tres o más años, otros por toda la vida. Tienen la oportunidad de dar un servicio a la Iglesia, de prepararse mejor y de aclarar la propia vocación.
¿Qué sucederá si algún día la idea del voluntariado misionero toma fuerza entre los jóvenes católicos? Cambiará la faz de la tierra. ¿Y por qué no se lucha para que esto suceda? Porque hay poca fe en los jóvenes y en la misión.


15.‑ Economía
Para avanzar con rapidez en la realización del Plan “Despertar”, es evidente que se necesitan también los medios económicos ¿Cómo lograrlos? Se necesita mucha creatividad, teniendo presentes las distintas situaciones.
Aunque por lo general los católicos prefieren ayudar cuando se trata de enfermos, terremotos o cosas por el estilo; de todos modos poco a poco se logra sensibilizar también acerca del problema sectario, que tanto sufrimiento está causando a nivel personal, familiar y social.
Yo creo que es muy importante ser muy concretos, si se quiere solicitar alguna ayuda. Hay que presentar proyectos muy concretos.
Por ejemplo:
· Editar cierto material en algún lugar.
· Rentar o construir algún centro para capacitar o dar alojamiento a los que se dedican a la promoción y defensa de la fe.
· Dar alojamiento, comida y material a un número determinado de personas, que se van a preparar durante cierto tiempo.
· Hacer cierta promoción de material en algún lugar, dándole a un precio menor del costo.
· Preparar o pasar por radio algún programa sobre el problema de las sectas.

Hay que ser lo más precisos que se pueda, si se quiere evitar suspicacias y propiciar una ayuda más segura.
Confieso que en este aspecto no tengo experiencia. Ojalá que entre los que trabajamos en este sector haya alguien que nos pueda ayudar al respecto, dándonos alguna sugerencia.

16.‑ Organización
Me consta que en distintas partes están surgiendo iniciativas con relación al problema de las sectas. Normalmente se trata de editar algún folleto, dando respuesta a los principales ataques de los hermanos separados, Pero no es suficiente para hacer frente a esta avalancha sectaria que se nos está cayendo encima. Se necesita mucho más.
Es urgente que unamos esfuerzos en esta línea, dejando a cada uno su propia identidad como individuo o institución, Podemos intercambiar experiencias e ideas, para que algún día podamos establecer una verdadera pastoral relacionada con el problema sectario.
Ojalá que algún día podamos reunirnos en algún lugar para profundizar el tema y buscar alguna línea de acción en común. Mientras tanto, cada quien trate de acelerar el ritmo de su actividad con relación al problema sectario, fijándose metas bien concretas. Tal vez en este sentido el Plan “Despertar” pueda ofrecer alguna ayuda eficaz.



17.‑ Diez sugerencias para poner en práctica el Plan “Despertar”

1.‑ Tener grandes ideales o sueños.
Pensar en grande. En el caso concreto del fenómeno sectario, estar convencidos de que podemos parar el avance de las sectas.
Si en el pasado la Iglesia ha logrado superar grandes pruebas, ¿por qué ahora no logrará superar la prueba de las sectas?
2.‑ Ser realistas, estando bien informados.
Soñar con los pies bien puestos sobre la tierra. Estar bien informados acerca de la realidad y saber discernir en ella la voluntad de Dios.

3.‑ Formular proyectos con metas altas, concretas y medibles.
No bastan propósitos genéricos. Hay que ser prácticos e imponerse metas, que representen un reto a la propia capacidad de entrega. Que se trate de algo que se pueda realmente lograr, para evitar después amargas decepciones y desaliento. Que todos los que están involucrados en el proyecto estén bien conscientes de lo que van a hacer para alcanzar las metas.

4.‑ Definir bien los programas para alcanzar las metas.
Aclarar:
· Quiénes van a intervenir,
· Qué va a realizar cada uno,
· Cuándo se va a actuar.
· Establecer una cierta calendarización de las actividades.
· Dónde se va a trabajar.
· Con cuáles recursos humanos y materiales se cuenta.

Cuanto más se definen los detalles del programa, tanto más se van a lograr las metas y el proyecto tendrá éxito.

5.‑ Orar mucho,
pidiendo la intervención del Espíritu Santo.
Estar convencidos de que lo que estamos haciendo es obra de Dios. Por lo tanto, orar y pedir oraciones para que comprendamos mejor el plan de Dios y podamos realizarlo. Que a la oración se añada también el ayuno,

6.‑ Pedir informes e informar
sobre la marcha del proyecto.
Para evitar que se pierda el interés por el proyecto, es necesario volver a mencionarlo seguido mediante letreros, boletines, cartas, etc., informando sobre los logros parciales más sobresalientes.

7.‑ Entrenar a más gente posible para trabajar.
No se puede avanzar si faltan obreros. Puesto que las actividades son muy variadas, se necesita un entrenamiento especial para cada ministerio que se va a ejercer.
8.‑ Enviar misioneros.
No sentirse satisfechos por lo que se ha logrado en un lugar determinado. Hay que aprender a ver más allá.
Hay que aprender a marchar. La misión es un reto constante para la Iglesia y cada discípulo de Cristo. Que cada grupo o comunidad piense en multiplicarse.

9.‑ Evaluar continuamente la marcha del proyecto.
Si el proyecto está bien definido en sus metas y programas, es posible y oportuno hacer de vez en cuando alguna evaluación para ver si se está marchando según lo establecido o hay algún cambio que aportar. Esta evaluación puede durar de un día, dos o más, según la necesidad.

10.‑ Establecer siempre nuevos proyectos con nuevas metas y programas.
Para que el Plan “Despertar” pueda avanzar, es necesario establecer continuamente nuevos proyectos con metas desafiantes y bien definidas.
Ejemplos de:
· Proyectos: Proyecto Caribe; Proyecto audiovisuales; Proyecto Misión; etc.
· Metas: Dos naciones al año; cinco videos en tres años; diez misioneros al año; etc.
· Programas: Son los detalles para alcanzar las metas, respondiendo a las preguntas: quiénes, qué, cuándo, dónde, con cuáles recursos.

PLAN ANUAL

DEPARTAMENTO “PROMOTORES Y DEFENSORES DE LA FE”
Plan Anual de Trabajo
De Julio de 20____ a Julio de 20____

ACTIVIDADES
PROYECTO
REALIZADO
FALTÓ
SE SUPERÓ
IMPULSAR LA DEFENSA DE LA FE CATÓLICA




q Conferencias sobre sectarismo




q Congresos sobre sectarismo




q Cursos de concientización en sectas




q Cursos de capacitación en sectas




q Pláticas presacramentales




q Minicharlas antes de la Santa Misa




q Distribución de trípticos




q Difusión del boletín “Iglesia y Sectas”




q Visitas a hermanos separados




q Aumentar los miembros del grupo




q Formar grupos de PRODEFE




q Talleres de Sectas




q Materia de Apologética en el Seminario




q Materia de Apologética en los Centros de Formación para Laicos




DAR A CONOCER LA PALABRA DE DIOS
CON TODOS LOS MEDIOS POSIBLES




q Convivencias con cantos y obras de teatro




q Difusión de literatura




q Programas de Televisión




q Programas de Radio




q Artículos en los periódicos




q Visitas domiciliarias




q Visitas domiciliarias con tarjeta de control




q Cursos concientización en Biblia




q Cursos de capacitación en Biblia




q Talleres de Biblia




q Rosario evangelizador




q Centros de Evangelización




ESTABLECER Y PROMOVER
UN SISTEMA MISIONERO POPULAR




q Promoción al Voluntariado Misionero




q Misiones populares con adultos




q Religiosidad popular




HACER REALIDAD EL SUEÑO DE CRISTO:
LA UNIDAD ENTRE SUS DISCÍPULOS




q Octavario por la Unidad de los Cristianos




q Hora Santa por la Unidad de los Cristianos




q Rosario por la Unidad de los Cristianos




q Misa de la Unidad






q Nombre del grupo o minigrupo:_______________________________________________________________________
q Diócesis:_________________________________________________________________________________________
q Número de integrantes:
Activos: ________________________________ Simpatizantes: ________________________
Auxiliares: ______________________________ En receso: ____________________________
q Dirección:________________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________________


Lugar y fecha:_________________________________________________________________________________


Atentamente,

___________________________ ___________________________ _________________________
Firma del(a) Coordinador(a) Firma del(a) Secretario(a) Firma del(a) Ecónomo(a)

ENERO 2004

MOVIMIENTO ECLESIAL
«APÓSTOLES DE LA PALABRA»









ESTATUTOS GENERALES
















Enero 2004













INDICE



I. INTRODUCCIÓN

II. FINALIDAD

III. CONSTITUCIÓN Y ORGANIZACIÓN DEL MOVIMIENTO

A) DEPARTAMENTOS DEL MOVIMIENTO

VOLUNTARIADO MISIONERO

PASTORAL BIBLICA

PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LA FE

OTROS DEPARTAMENTOS

B) ADMISIÓN, FORMACION, DEBERES Y DERECHOS, EXPULSION DE LOS
MIEMBROS

IV. AUTORIDAD ECLESIÁSTICA Y MOVIMIENTO

V. GOBIERNO DEL MOVIMIENTO

A) DIRECCIÓN GENERAL

B) ASAMBLEA ORDINARIA

C) ASISTENTE ECLESIÁSTICO Y CAPELLAN

VI. ESPÍRITU DEL MOVIMIENTO

A) POBREZA Y CONFIANZA EN DIOS

B) ESPÍRITU DE SERVICIO Y HUMILDAD

C) VIDA ESPIRITUAL

D) FORMACIÓN DE LOS MIEMBROS


VII. MÉTODO DE TRABAJO

A) A NIVEL DE PUEBLO EN GENERAL

B) A NIVEL DE PEQUEÑAS COMUNIDADES CRISTIANAS

VIII. BIENES TEMPORALES Y SU ADMINISTRACION





I. INTRODUCCIÓN

1. El Movimiento Eclesial, intitulado «Apóstoles de la Palabra» (cf. 304 §2), fue fundado por el P. Flaviano Amatulli Valente en el mes de julio de 1978; recibió la aprobación diocesana por parte del Sr. Dr. Dn. Guillermo Ranzahuer González, Obispo de San Andrés Tuxtla, Ver., México, el día 31 de marzo de 1980; fue erigido por el mismo Sr. Obispo, con fecha 26 de noviembre de 1990, como ASOCIACIÓN PÚBLICA DE FIELES (cf. cc. 312 §1, 3°; 313).

2. El Movimiento Eclesial «Apóstoles de la Palabra» representa una respuesta más para resolver el grave problema de los Obreros del Evangelio, agrupados en diferentes Departamentos, colaborando todos, según su propia condición, en la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en el mundo

3. Estos ESTATUTOS determinan el fin del Movimiento, su sede, el gobierno y las condiciones que se requieren para formar parte del mismo; en ellos se señalan también su modo de actuar (cf. c. 304 §1).

4. Cada Departamento debe elaborar sus propios Estatutos, en base al carisma propio del Movimiento y a las presentes directrices, los cuales serán sometidos a la aprobación de la Dirección General.

5. Compete a la Asamblea Ordinaria revisar y modificar los presentes Estatutos generales; dichas modificaciones, sin embargo, necesitan la aprobación del Obispo diocesano de San Andrés Tuxtla, Ver., a quien se debe la erección del Movimiento en «asociación pública de fieles» de derecho diocesano (cf. 312 § 1, 3°).

6. Considerada la progresiva expansión del Movimiento Eclesial APOSTOLES DE LA PALABRA en diversas diócesis de la República Mexicana, en el caso de erección del Movimiento como asociación pública de fieles a nivel nacional, el régimen sobre el Movimiento será competencia de la Conferencia Episcopal Mexicana, a tenor del derecho universal (cf. cc. 312 § 1; 314; 315; 317 § 1; 318; 319; 320 §2).

7. El Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra» goza de personalidad jurídica pública en la Iglesia en virtud del mismo decreto por el que fue debidamente erigido por el Obispo de San Andrés Tuxtla, Ver., habiendo recibido así la MISIÓN en la medida en que lo necesite para los fines que se propone alcanzar en nombre de la Iglesia (cf. cc. 115, 116 y 313)
8. La SEDE GENERAL del Movimiento es la siguiente:

APÓSTOLES DE LA PALABRA
Callejón Moctezuma No. 10
(entre Prolongación Lerdo y Cartas)
Apartado Postal 103
96010 Acayucan, Ver., México
Tel. Fax: (01 924) 5.25.91

9. En cada diócesis o iglesia particular, en las cuales y desde las cuales existe la Iglesia Católica una y única (c. 368), en las que haya sido establecido el Movimiento, habrá una sede oficial para todos los Departamentos en su conjunto.

10. Es SEDE DIOCESANA del Movimiento en México:

APÓSTOLES DE LA PALABRA
Calle Agujas No. 676
Col. El Vergel Iztapalapa
09880 México, D.F.
Tel. (01 55) 5426.4004
Fax (01 55) 5426.4011.

11. Para el establecimiento del Movimiento o de un Departamento del mismo en una iglesia particular, previa notificación al Obispo de la Sede General (c. 305), se requiere el consentimiento del Obispo diocesano dado por escrito (cf. c. 312 §2).

II. FINALIDAD

12. El Movimiento se siente llamado a trabajar en los lugares y ambientes más necesitados, y allí, en nombre de la Iglesia, transmitir con fidelidad la doctrina cristiana, debidamente enviados («misioneros») por la autoridad eclesiástica competente (cf. cc. 301 §1; 312 §2; 313).

13. Para el cumplimiento de esta misión, el Movimiento tiene como:

a) Objetivo general y supremo: reunir en una sola familia a todas las categorías de fieles, para ayudarles a vivir con mayor eficacia y plenitud su vocación cristiana en un espíritu eminentemente misionero.




b) Objetivos concretos:

1. dar a conocer la Palabra de Dios por todos los medios posibles;
2. favorecer entre la juventud la práctica de dar un año de servicio misionero a la Iglesia;
3. crear y aplicar un sistema misionero popular;
4. impulsar la Promoción y Defensa de la Fe Católica;
5. fundar y atender centros de evangelización, centros de formación cristiana para laicos, centros de misiones y librerías.

III. CONSTITUCIÓN Y ORGANIZACIÓN DEL MOVIMIENTO

A) DEPARTAMENTOS DEL MOVIMIENTO

14. El Movimiento se estructura en Departamentos; según su grado de desarrollo, éstos se clasifican en:

a) Departamentos en formación;
b) Departamentos con aprobación provisional;
c) Departamentos con aprobación definitiva.

15. Para unificar en una región la actividad de los Apóstoles de la Palabra de distintos Departamentos, habrá un Director regional, nombrado por el Director General con las facultades que él le conceda. La duración de su cargo depende del mismo Director General.

16. Requisitos para la:

a) aprobación provisional: el Departamento necesita contar por lo menos con cien miembros activos o con promesa;
b) aprobación definitiva: el Departamento necesita tener tres años de aprobación provisional y contar por lo menos con ciento cincuenta miembros activos o con promesa.

c) Los Departamentos que más expresan el sentir del Movimiento son el Voluntariado Misionero, el de Pastoral Bíblica y el de Promoción y Defensa de la Fe.

VOLUNTARIADO MISIONERO

18. El Voluntariado Misionero está integrado por miembros de tiempo completo y por miembros de servicio temporal:

a) Miembros de tiempo completo: se compone de hombres, mujeres y matrimonios que, legítimamente admitidos por la autoridad competente, se comprometen a ofrecer un servicio misionero a la Iglesia.

b) Miembros de servicio temporal: éste es el modo ordinario de compromiso misionero, y se establece con una promesa renovable anualmente.

PASTORAL BIBLICA

19. El Departamento de Pastoral Bíblica está integrado por hombres, mujeres y matrimonios que ofrecen un servicio por tiempo limitado; su tarea es impartir cursos bíblicos y promover dichos cursos en la catequesis ordinaria de la Iglesia.

PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LA FE

20. Se compone de hombres, mujeres y matrimonios, que ofrecen un servicio a la Iglesia, destinado a fortalecer la fe de los católicos frente al embate de las sectas y la nueva religiosidad; su servicio es por tiempo limitado.

OTROS DEPARTAMENTOS

21. La consolidación de otros Departamentos, como son: Enfermos Misioneros, Música, Medios de Comunicación Masiva, etc., está en función del incremento de miembros idóneos para tales servicios.

B) ADMISIÓN, FORMACION, DEBERES Y DERECHOS, EXPULSION DE LOS MIEMBROS

22. La admisión de los miembros se rige por el derecho y los Estatutos de cada Departamento. Así pues:

a) no deben ser admitidos, ni siquiera con el consentimiento de sus Superiores, los miembros de Institutos de vida consagrada, de Sociedades de vida apostólica y de alguna Prelatura personal;

b) quien públicamente rechazara la fe católica o se apartara de la comunión eclesiástica o se encuentre incurso en excomunión, impuesta o declarada, no puede ser válidamente admitido en el Movimiento (cf. c. 316 §1).

23. En un sentido amplio, forman parte del Movimiento Eclesial «Apóstoles de la Palabra» todos los miembros de la Fraternidad Misionera «Apóstoles de la Palabra» y del Instituto Misionero «Apóstoles de la Palabra», por haber salido del mismo Movimiento y tener como tarea específica la formación y coordinación de sus miembros y contar con el mismo carisma y los mismos métodos de trabajo. Entre éstos, los que tienen algún cargo estable en el Movimiento, están obligados a guardar los presentes Estatutos, sin menoscabo de sus obligaciones propias como miembros de la Fraternidad Misionera o del Instituto Misionero «Apóstoles de la Palabra».

24. Para ser miembro del Movimiento Eclesial «Apóstoles de la Palabra» se requiere obtener la formación y capacitación para un recto y fructífero ejercicio de la misión recibida de la autoridad eclesiástica competente (cf. c. 313).

25. Cada Departamento especifica la manera de admitir a sus miembros; pero para la admisión en el Departamento del Voluntariado se exige una preparación inicial de cuatro meses y una promesa formal de un año renovable; en los demás Departamentos puede haber otro tipo de preparación y aceptación de los miembros de parte de la coordinación de cada Departamento, según sea especificado en los propios Estatutos.

26. Todos los miembros del Movimiento, válidamente admitidos en el mismo y que no hayan sido legítimamente expulsados, según las prescripciones del derecho y los Estatutos propios de cada Departamento, tienen los mismos derechos y privilegios y gozan de las mismas indulgencias y otras gracias espirituales concedidas al Movimiento; por lo que se da entre todos una verdadera igualdad en cuanto a la dignidad y acción, en virtud de la cual todos, según su propia condición y oficio, cooperan a la edificación del Cuerpo de Cristo (cf. cc. 306 y 208).

27. Conscientes de formar un mismo y único Movimiento en la Iglesia, reconocido como asociación pública de fieles a tenor del derecho, los miembros deben cultivar el espíritu de familia y de colaboración entre los distintos Departamentos del Movimiento, y, salva la legítima autonomía y diversidad propia de cada uno de ellos, establecida en sus propios Estatutos, todos deberán respetar las normas dadas por la autoridad interna y externa del Movimiento.

28. Nadie que haya sido admitido legítimamente en el Movimiento puede ser expulsado de él, si no es por causa grave, de acuerdo con las normas del derecho y de los presentes Estatutos.

29. Debe ser expulsado del Movimiento quien cometiera algunos de los delitos especificados en el inciso b) de artículo 22 de estos Estatutos. Para la válida expulsión, se requiere que haya precedido al menos una amonestación. En estos casos, el Director del Departamento, reunidas las pruebas documentales y testificales, y garantizado el derecho de defensa (cf. c. 221), emita el decreto de expulsión, el cual, sin embargo, necesita ser confirmado por el Obispo del domicilio propio del afectado. Queda siempre intacto el derecho de recurso contra el decreto (cf. cc. 1732-1739).

30. Un miembro puede ser también expulsado cuando se dieran las siguientes causales y, previa amonestación, no se corrigiera:

a) incumplimiento de las actividades;
b) dejar de participar en las reuniones por un periodo que cada Departamento establezca en sus propios Estatutos;
c) mal testimonio.

IV. AUTORIDAD ECLESIÁSTICA Y MOVIMIENTO

31. Erigido canónicamente por el Obispo de la diócesis de San Andrés Tuxtla, Ver., México, el Movimiento Eclesial ““Apóstoles de la Palabra»» está bajo su especial vigilancia; los Departamentos establecidos en las otras iglesias particulares están también sometidos a la vigilancia del respectivo Ordinario de lugar (cf. c. 305).

32. Corresponde al Obispo de la diócesis de San Andrés Tuxtla, Ver.:

a) cuidar de que en el Movimiento se conserve la integridad de la fe y de las costumbres y evitar que se introduzcan abusos en la disciplina eclesiástica;
b) el deber y el derecho de visitarlo a tenor del derecho y de estos Estatutos;
c) presidir por sí o por su delegado la elección del Director general, así como confirmar su elección.

33. Bajo la alta dirección del Obispo de San Andrés Tuxtla, Ver., deben ser administrados los bienes que el Movimiento posee y a él deben rendirse cuentas, todos los años, de la administración así como del empleo de las ofrendas y limosnas recibidas (cf. cc. 315 y 319), sin menoscabo del derecho de vigilancia que corresponde a cada Ordinario de lugar donde se halla establecido canónicamente el Movimiento (cf. c. 319).

34. En circunstancias especiales, cuando lo exijan graves razones, el Obispo de San Andrés Tuxtla, Ver., puede designar un Comisario que, en su nombre, dirija temporalmente el Movimiento, así como remover de su cargo al Director General, oyendo antes, sin embargo, al mismo Director General y a los demás miembros de la Dirección General (cf. c. 318).

35. Compete al respectivo Obispo diocesano el nombramiento del Asistente eclesiástico y del Capellán de cada Departamento del Movimiento, después de oír, cuando sea conveniente, a la Dirección General del mismo (cf. cc. 305; 317 §1)

36. Por causas graves y con el parecer de los Obispos en cuyas diócesis está presente el Movimiento, el Obispo de San Andrés Tuxtla, Ver., puede suprimir el Movimiento; pero no lo debe hacer sin oír a su Director General y a los demás miembros de la Dirección General (cf. c. 320, §§2-3).

37. En caso de extinguirse un Departamento del Movimiento, el destino de sus bienes y derechos patrimoniales, así como de sus cargas, pasan al Movimiento, quedando siempre a salvo de la voluntad de los fundadores o donantes así como los derechos adquiridos (cf. c. 123).

38. En caso de extinción, por cualquier causa, del mismo Movimiento Eclesial ““Apóstoles de la Palabra»», sus bienes y derechos patrimoniales, así como sus cargas, pasan a otra Asociación religiosa o Asociación civil, que se proponga fines apostólicos semejantes; el garante de esta disposición será el Obispo de la diócesis de San Andrés Tuxtla, Ver. (cf. cc. 320; 123).

V. GOBIERNO DEL MOVIMIENTO

39. El Movimiento Eclesial “APÓSTOLES DE LA PALABRA», como asociación legítimamente establecida, tiene competencia, conforme a la norma del derecho y de los presentes Estatutos, para emanar normas peculiares que se refieran al Movimiento y a sus diferentes Departamentos, para celebrar reuniones y para designar a los directores, oficiales, dependientes y a los administradores de los bienes (cf. c. 309).

A) DIRECCIÓN GENERAL

40. La Dirección General del Movimiento Eclesial «Apóstoles de la Palabra» está constituida por un (a) Director (a) General, un (a) Subdirector (a) General, un (a) Secretario (a), un (a) Ecónomo (a) y un (a) Vocal.

41. En la elección de la Dirección General, tienen derecho:

a) los miembros de la Dirección General saliente;
b) los directores de los Departamentos formalmente constituidos;
c) los miembros de las Direcciones Generales de la Fraternidad Misionera «Apóstoles de la Palabra» y del Instituto Misionero «Apóstoles de la Palabra»;
d) 2 miembros de promesa definitiva, elegidos en sesión convocada y presidida por e. Director general; participan con voz y voto y tal sesión todos los miembros con promesa definitiva, indistintamente del Departamento al que pertenezcan.

42. La sesión electoral se realizará conforme a los cc. 119, 1° y 166-179, y será convocada con seis meses de anticipación al término de su cargo por el Director General saliente. Toca al Obispo de San Andrés Tuxtla, Ver., presidir y confirmar la elección del nuevo Director General (cf. c. 317 §1). La elección y confirmación de los demás miembros de la Dirección general será presidida y confirmada por el nuevo Director General.

43. Los miembros de la Dirección General pueden formar parte de la Dirección de los diferentes Departamentos del Movimiento, aunando en una misma persona diferentes incumbencias de dirección.

44. Los miembros de la Dirección General duran en el cargo por un período de cinco años, pudiendo ser reelegidos solo para un quinquenio inmediato; pueden, asimismo, cesar en el cargo antes de terminar el periodo para el que fueron elegidos:

a) por necesidad, cambio de oficio o traslado (cf. cc. 190-191);
b) por incumplimiento del propio deber (cf. c. 193 §1);
c) por mala conducta (cf. c. 193 §1);

45. No deben ser elegidos (as) Director (a) o Subdirector (a) General del Movimiento aquellos miembros que desempeñan cargos de dirección en partidos políticos (cf. c. 317 §4).

46. Para una eventual remoción del Director (a) general (a), se requieren las dos terceras partes de votos de los que tienen derecho a elegir Director (a) General, emitidos en la sesión convocada y presidida, para este efecto, por el Obispo de San Andrés Tuxtla, Ver., a quien compete la remoción (cf. c. 318 §2), o por su Delegado,

47. Para la remoción del Subdirector (a) general se requieren las dos terceras partes de votos de los que tienen derecho a elegir Subdirector (a) general, emitidos en la sesión convocada y presidida, para este efecto, por el (la) Director (a) general.

48. Firme lo prescrito en el art. 34 de los presentes Estatutos, cuando se trate de remover, por cualquier motivo, al Secretario (a), Ecónomo (a) General o Vocal, basta la mayoría relativa de votos de los miembros que integran la misma Dirección General y que se hallaren presentes en la asamblea convocada y presidida para tal efecto por el Director general.

49. En caso de vacación del cargo de Director (a) General, el (la) Subdirector (a) General toma su lugar, señalando el lugar y la fecha en que se celebrará la sesión, presidida por él mismo, para elegir al (a la) nuevo (a) Director (a) General, fecha que no podrá rebasar los seis meses. Antes de dicha elección, los electores pueden decidir, por mayoría relativa de votos, si conviene renovar toda la Dirección General o confirmar a algún miembro de ella.

50. Es competencia de la Dirección General:

a) representar al Movimiento frente a la Jerarquía eclesiástica y a otras organizaciones eclesiásticas o civiles;
b) fomentar entre los distintos Departamentos el espíritu del Movimiento y la mutua colaboración;
c) aprobar los eventuales convenios que puedan establecerse entre el Movimiento, la Fraternidad Misionera y el Instituto Misionero;
d) aprobar el establecimiento del Movimiento en otras Iglesias particulares, firme el art. 11 de los presentes Estatutos;
e) aprobar los Estatutos y Reglamentos de cada Departamento del Movimiento;
f) tratar y resolver los asuntos generales que superan la competencia de cada uno de los Departamentos del Movimiento.

51. Para la validez de las decisiones señaladas en el artículo anterior se requiere convocar al grupo de personas que integran la Dirección General y obtener el consentimiento de la mayoría absoluta de los presentes (3 votos).

52. Corresponde al Director General, realizar por sí mismo o por medio de sus Delegados (as), una visita oficial a cada uno de los Departamentos del Movimiento, para evaluar su marcha de acuerdo a las decisiones tomadas en la Asamblea ordinaria de cada año.

B) ASAMBLEA ORDINARIA

51. Cada año, en la fecha y lugar señalados por el (la) Director (a) General, con el consentimiento del (a) Subdirector (a) y del (a) Secretario (a), Ecónomo (a) y Vocal generales, se tendrá la Asamblea ordinaria, en que tienen derecho a participar:

1° los miembros de la Dirección General,
2° la Dirección de los Departamentos que cuentan con aprobación definitiva (director, subdirector y secretario).
3° los directores de los departamentos que cuentan con aprobación provisional;
4° los directores regionales (cf. art. 9);
5° los invitados especiales convocados por la Dirección General.

52. Dicha Asamblea ordinaria se desarrollará a dos niveles: a nivel de cada Departamento y a nivel del Movimiento en general.

a) A nivel de cada Departamento: cada uno examinará su situación por separado y tomará los acuerdos que crea convenientes.

b) A nivel del Movimiento en general: una vez conocida la situación peculiar de cada uno de los Departamentos mediante sus informes generales, se tomarán los acuerdos que se consideren necesarios por votación ajustada a las prescripciones del c. 119, 2°.

53. En la Asamblea ordinaria, tienen derecho de voto todos los participantes, excepto los invitados especiales, los cuales solamente gozan del derecho de voz.

C) ASISTENTE ECLESIÁSTICO Y CAPELLAN

54. A tenor del derecho universal y del art. 35 de estos Estatutos, corresponde al Obispo diocesano de San Andrés Tuxtla, Ver., nombrar al Asistente Eclesiástico del Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra» (cf. c. 317 §1; 317 §1).

55. El Asistente Eclesiástico, a quien se encomienda establemente la atención pastoral del Movimiento Eclesial «Apóstoles de la Palabra» para que la ejerza de acuerdo al derecho universal y particular, no debe inmiscuirse en el régimen interno del Movimiento.

56. En la medida de lo posible, el Obispo diocesano de San Andrés Tuxtla, Ver., nombrará para este cargo a un miembro de la Fraternidad Misionera «Apóstoles de la Palabra».

57. El Capellán de cada Departamento será presentado al respectivo Obispo diocesano; se procurará que le sean conferidas todas las facultades que requiere el buen cuidado pastoral del Movimiento; por razón de su cargo, tiene facultad de oír las confesiones de los miembros del Movimiento, predicarles la Palabra de Dios, administrarles el Viático y la Unción de los enfermos y también conferir el sacramento de la Confirmación a los que se encuentran en peligro de muerte (cf. cc. 564 y 567 §2).

58. En el desempeño de su función pastoral en favor de los miembros del Movimiento (cf. c. 571), el Capellán debe guardar la debida concordia con el respectivo Párroco

59. Por lo que se refiere a la remoción del Asistente eclesiástico y del Capellán, obsérvese lo prescrito en los cánones 198-195 (cf. cc. 318 §2; 572))

VI. ESPÍRITU DEL MOVIMIENTO

60. Pobreza, servicio y humildad deben ser las tres características básicas del Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra», y deben influir en toda la vida y actividad de sus miembros, sin importar a qué Departamento pertenezcan.

A) POBREZA Y CONFIANZA EN DIOS

61. Vivir confiando en Dios y arriesgándolo todo por el Evangelio, tiene que ser el estilo propio del Movimiento y de cada Apóstol de la Palabra.

62. Por lo tanto, el Movimiento como cada Apóstol de la Palabra se esforzarán por vivir una pobreza efectiva, poseyendo lo mínimo indispensable; su espíritu de pobreza tiene que manifestarse en su vivienda, manera de vestir, actividad, comida y medios que usa en la evangelización.

63. Inspirándose en la vida de los primeros cristianos de Jerusalén que «compartían todo cuanto tenían» (Hechos 2,44), puesto que «nadie consideraba como suyo lo que poseía, sino que todo lo tenían en común» (Hechos 4,32), los Apóstoles de la Palabra, especialmente los casados, tienen que buscar formas de solidaridad en el campo económico con los más pobres y marginados; ello servirá, además, de gran estímulo en la Iglesia y en la Sociedad.

64. En el Movimiento se debe profesar una predilección especial hacia los pobres, escogiendo preferentemente, como campos de trabajo, los lugares más pobres y abandonados, luchando en favor de los marginados y oprimidos, aceptando en el Movimiento incluso a los más pobres e impreparados en el campo religioso o cultural, hasta darles la oportunidad de ocupar cargos en su organización.

B) ESPÍRITU DE SERVICIO Y HUMILDAD

65. El Apóstol de la Palabra tiene que considerarse «el último y el servidor de todos» (Mc 9,35); tiene que enfrentarse a cualquier clase de desprecio y humillación, con tal de seguir predicando la Palabra de Dios.

66. Este espíritu de humildad tiene que manifestarse, de una manera especial, en el esfuerzo por establecer lazos de colaboración entre todas las organizaciones apostólicas y, sobre todo, entre todos los miembros del Movimiento Eclesial, la Fraternidad Misionera y el Instituto Misionero, que constituyen la grande familia de los Apóstoles de la Palabra. Todos tienen que sentirse verdaderos hermanos a causa de su origen común y de su pertenencia a una misma familia apostólica.

C) VIDA ESPIRITUAL

67. Para vivir esto, es preciso alimentar constantemente nuestra vida de Apóstoles de la Palabra con la oración y los sacramentos, sobre todo con la Penitencia y la Eucaristía.

68. El Apóstol de la Palabra dará verdaderos frutos en su apostolado cuando tenga una profunda vida espiritual, cimentada en la oración, en el amor a la Eucaristía y a la Virgen Santísima y un gran amor a la misma Palabra de Dios.

D) FORMACIÓN DE LOS MIEMBROS

69. Cada Departamento del Movimiento debe establecer en sus Estatutos el sistema de formación - humana, espiritual y apostólica - que considere más conveniente para sus adherentes.

70. Como norma general, el sistema formativo del Apóstol de la Palabra, a cualquier Departamento del Movimiento que pertenezca, debe ser teórico y práctico; es decir, debe consistir en alternar períodos de estudio con períodos de actividad apostólica.

71. A los miembros del Movimiento que tengan más capacidad y deseo de superación se les brindarán todas las facilidades posibles para que sigan preparándose cada día más en el campo religioso y en el campo profano, con miras a ofrecer un mejor servicio a la Iglesia.

72. Para aquellos Apóstoles de la Palabra, cuya intención sea dedicar toda su vida al apostolado, permaneciendo en el Movimiento, cuéntese con una adecuada formación pastoral, mediante cursos especiales en Escuelas catequéticas o en Institutos teológicos.
73. Un espíritu de extrema fidelidad a la Iglesia debe guiar toda la formación y posterior actividad del Apóstol de la Palabra.

VII. MÉTODO APOSTOLICO

74. La acción apostólica del Movimiento Eclesial «Apóstoles de la Palabra» consiste fundamentalmente en un trabajo de evangelización, que tiende a difundir la Buena Nueva entre «toda la humanidad y, por medio del Evangelio, a transformar la humanidad desde dentro» (Evangelii Nuntiandi, 18).

75. En toda su actividad evangelizadora, los Apóstoles de la Palabra han de trabajar de acuerdo con el Párroco del lugar, sin olvidar la autonomía de que disfrutan en lo que se refiere a la disciplina interna del Movimiento y exigiendo respeto por el propio método de trabajo, aprobado por la autoridad competente de la Iglesia.

76. La actividad del Movimiento se desarrolla en tres niveles:

a) el pueblo en general;
b) las pequeñas comunidades cristianas;
c) los agentes de pastoral.

A) A NIVEL DE PUEBLO EN GENERAL

77. Se realiza mediante:

a) visitas domiciliarias;
b) difusión de literatura formativa;
c) rosario mariano en los hogares;
d) novenarios de difuntos;
e) convivencias;
f) prácticas de la religiosidad popular;
g) periódico mural y posters;
h) teatro, cine, radio, cassettes y videocassettes, etc.; y buscando así la manera de llevar a todos un breve anuncio de la salvación.

B) A NIVEL DE PEQUEÑAS COMUNIDADES CRISTIANAS

78. Además de la actividad evangelizadora, reseñada en el artículo anterior y que debe ser constante, el Movimiento trabaja en apoyar las comunidades cristianas ya existentes y en crear otras nuevas, cuyos miembros vivan más profundamente el mensaje de Cristo. Estas pequeñas comunidades, transformadas por la Palabra de Dios escuchada y vivida, deben ser a su vez, como la levadura en la masa, elementos transformadores de toda la comunidad parroquial y, a través de ella, de la misma iglesia particular y de la Sociedad.

79. En los pueblitos, estas comunidades pueden coincidir con el grupito de fieles que siempre acuden a la iglesia. Los dirigentes de estas pequeñas comunidades deberán ser objeto de una atención especial, brindándoles cursos periódicos de formación, a los que acudirán, por lo general, cada dos meses.

C) A NIVEL DE AGENTES DE PASTORAL

80. Los mejores agentes de pastoral tienen que ser orientados hacia Escuelas catequéticas o Institutos teológicos; por lo que una de las metas fundamentales del Movimiento consistirá en promover la creación de estos Centros formativos, que estén al servicio de todos los laicos comprometidos, de cualquier movimiento o línea de evangelización a que pertenezcan.

D) OTRAS NORMAS DE TRABAJO

81. El Movimiento no hace suya ninguna línea específica de evangelización; cada Apóstol de la Palabra adoptará la línea que considere más conveniente de acuerdo a su propia sensibilidad y las circunstancias de tiempo y lugar.

82. Por lo general la evangelización empezará por los adultos, que garantizan más solidez a la futura comunidad cristiana; después se pasará a los jóvenes y a los niños.

83. Compete a la Dirección General procurar la preparación del material didáctico y la construcción de aquellos Centros que considere más convenientes.

84. Estos Centros así como la actividad editorial del Movimiento estarán a cargo de los Apóstoles de la Palabra de vida consagrada, que hayan hecho su santo propósito de castidad, pobreza y obediencia para toda la vida, según convenio con el Instituto Misionero «Apóstoles de la Palabra» o la Fraternidad Misionera «Apóstoles de la Palabra».

85. Es conveniente que, en cada Iglesia particular, haya una casa propia cuando el Movimiento cuente con un amplio número de Apóstoles de la Palabra y que sea destinada a librería, almacén de libros, hospedaje para enfermos, sede de los distintos Departamentos y lugar donde los candidatos al Movimiento puedan hacer, por lo menos, una parte de su prueba de admisión, a tenor de los Estatutos.

86. Es importante que, en lugares estratégicos, vayan construyéndose especiales Centros de Evangelización, que, por lo general, pertenecerán a la Iglesia particular. Sean como centros de irradiación del Evangelio en toda la Iglesia particular y sirvan para impartir continuamente cursos de formación al pueblo en general y a los agentes de pastoral, a cualquier movimiento o línea de evangelización que pertenezcan.

87. El Movimiento puede adoptar libremente iniciativas que estén de acuerdo con su carácter y se rige conforme a la norma de sus Estatutos, aunque siempre bajo la más alta dirección del Obispo de San Andrés Tuxtla, Ver.

VII. BIENES TEMPORALES Y SU ADMINISTRACION

88. El Movimiento, como asociación pública de fieles y en virtud del mismo decreto por el que fue erigido por el Obispo de San Andrés Tuxtla, Ver., tiene capacidad de adquirir, poseer, administrar y enajenar bienes temporales para alcanzar sus propios fines (cf. cc. 1255).

89. Tanto el Movimiento como cada uno de sus Departamentos han de evitar cualquier apariencia de lujo, lucro inmoderado y acumulación de bienes, debiendo establecer normas convenientes sobre el uso y administración de sus bienes, con las que fomente, defienda y manifieste la pobreza que les es propia, a tenor de los artículos 61-64 de estos Estatutos.

90. Los bienes temporales del Movimiento son bienes eclesiásticos y se rigen por los cánones del libro V del CIC/83 y por los propios Estatutos (cf. cc. 1256; 1257 §1).

91. De acuerdo a lo dicho en el art. 31 de estos Estatutos, nuestro Movimiento administra los bienes que posee bajo la superior dirección del Obispo diocesano de San Andrés Tuxtla, Ver., y de acuerdo a la presente normativa. Al mismo Obispo diocesano se deben rendir cuentas de la administración todos los años así como darle cuenta exacta de las ofrendas y limosnas recibidas (cf. c. 319).

92. Para sufragar los gastos de administración, formación humano-cristiana y religiosa-social, y de atención a los casos más urgentes de enfermedad, el Movimiento contará con un fondo económico propio, alimentado por las cuotas que establecerá la Asamblea ordinaria de cada año.

93. La administración de los bienes del Movimiento corresponde al Director General (cf. c. 1279 §1) quien ha de tener su Consejo de asuntos económicos o, al menos, dos consejeros que les ayuden en el cumplimiento de su función (cf. c. 1280).

94. Para una mejor administración de los bienes temporales del Movimiento, el Director General nombre, «ad nutum», un Administrador que sea verdaderamente experto en materia económica y de reconocida honradez. Le corresponde, de acuerdo con el modo determinado por el Consejo de asuntos económicos, administrar los bienes del Movimiento bajo la autoridad del Director General y, con los ingresos propios del Movimiento, hacer los gastos que ordene legítimamente el Director General o quienes hayan sido encargados por él (cf. c. 1284).

95. Al final del año, el Administrador ha de rendir cuentas de ingresos y gastos al Consejo de asuntos económicos. (cf. cc. 1284 §3).

96. Todos aquellos, clérigos o laicos, que participan por un título legítimo en la administración de los bienes del Movimiento, que son bienes eclesiásticos, deben cumplir su función en nombre de la Iglesia y conforme al derecho (cf. c. 1282).

97. Además de cuidar que la propiedad de los bienes del Movimiento se asegure por los modos civilmente válidos, como son en México las Asociaciones Religiosas, las Asociaciones Civiles o las Sociedades Anónimas, todos los Administradores están obligados a cumplir su función con la diligencia de un buen padre de familia; por lo que observarán minuciosamente cuanto prescriben los cánones 1283-1289.

LIBRETA ESPIRITUAL

MI TESORO
LIBRETA DE VIDA ESPIRITUAL
– Estrictamente personal –



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MI TESORO
LIBRETA DE VIDA ESPIRITUAL
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Se trata de algo reservado.
Lugar y fecha.
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Introducción

Hoy en día se organiza todo: el negocio, el hogar, el tiempo libre, la propia formación profesional, etc. ¿Y la vida espiritual? Hay meditación, hay oración, hay retiros y ejercicios espirituales, etc. En muchos casos hay un verdadero esfuerzo ascético por querer avanzar en el camino hacia la santidad. Pero falta algo para dar unidad a todo esto, un método para organizar todo lo referente a la vida espiritual.
Ahora bien, ¿cómo ayudar a crecer espiritualmente de una manera especial a los miembros de las asociaciones y los movimientos apostólicos y eclesiales, a los catequistas, a las religiosas, a los seminaristas y a tanta gente comprometida en el campo espiritual?
Aquí se presentan solamente algunos ejemplos prácticos. Después cada uno tiene que seguir buscando más en la Biblia, los escritos de los santos, los documentos de la Iglesia, etc., añadiendo sus reflexiones personales.
En el fondo, se trata de un “tesoro”, que cada uno tiene que ir acrecentando día con día.
Se trata, pues, de una herramienta muy sencilla, que puede ayudar a planear la propia vida espiritual. Enhorabuena. El camino es muy largo. Manos a la obra. Cuenta con mis oraciones.

Tu amigo de siempre,

P. Flaviano Amatulli Valente, fmap.


Nota:
Para una mayor profundización de la vida espiritual, aconsejamos los siguientes libros de nuestras ediciones:
* Chispas de Espiritualidad.
* Cómo planear la propia vida espiritual.
* Los Cuatro Temperamentos.
INDICE
Introducción............................................................................. 4
1. TEMPERAMENTO...................................................................... 6
a) Cualidades........................................................................................................................... 6
b) Defectos............................................................................................................................... 8
2. VIRTUDES, que quiero adquirir. .............................. 10
3. HÁBITOS NEGATIVOS, .......................................................... 12
que quiero eliminar. ......................................................... 12
4. IDEALES...................................................................................... 14
5. VALORES.................................................................................... 16
6. CRITERIOS de discernimiento ................................... 18
7. criterios de acción ....................................................... 20
8. ACTITUDES................................................................................ 22
9. CUESTIONAMIENTOS............................................................ 26
10. OPCIONES............................................................................... 30
11. enseñanzas.......................................................................... 32
12. UTOPÍAS................................................................................... 36
13. IDEAS FUERZA....................................................................... 38
14. MODELOS DE VIDA.............................................................. 44
15. FLORECILLAS........................................................................ 50
16. JACULATORIAS..................................................................... 52
17. PEPITAS DE ORO................................................................... 54
18. EXAMEN DE CONCIENCIA GENERAL .......................... 76
a) Relación con Dios.............................................................................................................. 76
b) Relación con el prójimo.................................................................................................... 78
c) Relación conmigo mismo.................................................................................................. 80
19. EXAMEN DE CONCIENCIA PARTICULAR.................... 82
20. MI CAMINAR EN EL ESPÍRITU...................... 88
1. TEMPERAMENTO
Cada uno nace con su «temperamento», un conjunto de cualidades y defectos que constituyen su manera propia de ser y reaccionar frente a los acontecimientos.
¿Qué hacer? Tomar conciencia de esta realidad, mediante un buen libro de psicología, para potenciar las cualidades y reducir el alcance de los defectos.
¿Cómo? Mediante el entrenamiento práctico.
Para los que viven en comunidad, puede resultar muy útil el ejercicio de la corrección fraterna, para conocerse más y comprobar el propio avance en el camino de la superación.
a) Cualidades
-Activo.
-Con iniciativa.
-Emprendedor.
b) Defectos
-Enojón.
-Impositivo.
-Autoritario.
2. VIRTUDES, que quiero adquirir.
Repitiendo ciertos actos, se adquiere el hábito positivo o virtud.
-Obediencia.
-Paciencia.
-Castidad.
3. HÁBITOS NEGATIVOS,
que quiero eliminar.
Mediante el ejercicio, se pueden corregir los hábitos negativos.
-Enojarse.
-Pelear.
4. IDEALES
Para luchar en la vida, ¿qué es lo que más te mueve?
¿Qué es lo que más te entusiasma?
1. Mc 16,15: «Vayan por todo el mundo y prediquen mi evangelio a toda creatura».
No desperdiciaré ninguna oportunidad para dar a conocer el Evangelio.
2. Hch 2,44: «Tenían un solo corazón y una sola alma».
Quiero aprender a vivir en comunidad.
5. VALORES
Según la Palabra de Dios, ¿qué es lo que vale en la vida?
1. LA UNIDAD: Jn 17,21: «Que todos sean uno».
Señor, hazme instrumento de unidad.
2. LA VERDAD: Jn 8,32: «La verdad los hará libres».
Señor, ayúdame a ser siempre sincero conmigo mismo,
prefiriendo siempre la verdad a la mentira y al engaño.
6. CRITERIOS de discernimiento
En el mundo existe mucha confusión. Es fácil dejarse engañar por las apariencias. ¿Cómo distinguir entre lo bueno y lo malo, lo que realmente vale y lo que no vale, lo que viene de Dios y lo que viene del demonio? La Palabra de Dios viene en nuestra ayuda.

Mt 7,21: No todo el que diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
Jn 8,34: El que comete pecado, es un esclavo.
Sal 1,1: Feliz quien no sigue consejos de malvados.
1Cor 3,6: Yo sembré, Apolo regó, pero el crecimiento lo dio el Señor.
7. criterios de acción
En los casos concretos, ¿cómo hay que comportarse? La Palabra de Dios ofrece orientaciones muy precisas.

Mt 7,1: No juzguen y no serán juzgados.
Mt 14,16: Denles ustedes de comer.
¿Qué estoy haciendo para que mis hermanos alejados tengan acceso a la salvación?
Lc 6,27-38: Amen a sus enemigos...
Stgo 2,13: Tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia.
Lc 12,20: Las cosas que preparaste, ¿para quién serán?
El que no trabaja, que no coma.
8. ACTITUDES
¿Cómo relacionarse consigo mismo, con Dios y el prójimo?
La Palabra de Dios nos da la respuesta.

1. SER OBEDIENTE. Flp 2,8: (Jesús) se hizo obediente hasta la muerte.
9. CUESTIONAMIENTOS
La Palabra de Dios nos ayuda a reflexionar sobre el sentido de la vida, a despertar y actuar con decisión.

Mc 8,36: ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?
1Jn 2,4: Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus mandamientos es un mentiroso.
1Jn 4,20: ¿Cómo puedes decir que amas a Dios, a quien no ves, si no amas al prójimo a quien ves?
1Jn2,6: Quien dice que permanece en él, debe vivir como vivió él.
1Cor 9,16: ¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!
1Cor 8,9: Tengan cuidado que su libertad no sirva de tropiezo a los débiles.
10. OPCIONES
A veces hay que tomar decisiones muy precisas, escogiendo entre un camino u otro.
Mc 8,35: Quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.
Quiero arriesgar mi vida por Jesús y por el Evangelio.
Mt 6,24: No se puede servir a Dios y al dinero.
11. enseñanzas
Toda la Biblia está llena de enseñanzas, que ayudan a tener ideas claras acerca de Dios, el hombre y el plan de salvación.
1Cor 10,6: Estas cosas sucedieron para ejemplo nuestro, para que no codiciemos lo malo como ellos lo codiciaron.
12. UTOPÍAS
Es bonito soñar. Es como dejarse guiar por la estrella que lleva a Belén. Si sueñas cosas grandes, lograrás cosas grandes. ¿Cuáles son los sueños que nos presenta la Palabra de Dios? La santidad, la convivencia de Dios con los hombres, etc. Busca en la Biblia y encontrarás cosas insospechadas.
Mt 5,48: Sed pues perfectos como vuestro Padre del cielo es perfecto.
13. IDEAS FUERZA
Son aquellas ideas que pueden representar un estímulo para vencer las pruebas y ser fieles a Dios.
1. Todo lo puedo en Aquél que me conforta (Flp 4,13).
2. Palabra de Dios o muerte.
3. Predicar el Evangelio o morir.
4. Todo sirve para el bien de los que aman a Dios (Rom 8,28).
5. Yo sé que Dios me ama.
6. El resentimiento no es un tesoro que hay que guardar, sino una carga que tirar o una herida que hay que curar.
14. MODELOS DE VIDA
La Biblia me ofrece un gran número de personajes cuyo testimonio de vida puede servirme de referencia segura.
Heb 11,8: Por la fe, Abraham, al ser llamado por Dios obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba.
Heb 11,24: Por la fe, Moisés, ya adulto, rehusó ser llamado hijo de la hija del Faraón, prefiriendo ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar el efímero goce del pecado.
Eclo 44,17-18: Noé fue hallado íntegro y justo, y en el tiempo de la ira hizo posible la reconciliación. Gracias a él un resto sobrevivió en la tierra, cuando llegó el diluvio. Con él se pactaron alianzas eternas, para que el diluvio no exterminara a todos los vivientes.
15. FLORECILLAS
Se trata de pequeños sacrificios, que pueden ayudar a lograr el dominio sobre uno mismo para volverse más dócil a la voluntad de Dios.
1. Hoy rezaré por mis parientes difuntos.
2. Hoy hablaré con ____, por que me cae mal.
16. JACULATORIAS
Se trata de oraciones breves, como suspiros del alma o flechazos, que van de corazón a corazón.
1. Señor mío y Dios mío.
2. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
3. Dame vida con tu Palabra.
17. PEPITAS DE ORO
Se trata de algo que invita a pensar y actuar: enseñanzas, reflexiones, experiencias, etc.
Puede ser tomado de la Biblia o de algún otro libro, revista o folleto. O también puede tratarse de alguna reflexión personal de particular importancia.
«Hemos de orar siempre, hasta que oigamos la sentencia de nuestra salvación eterna, es decir, hasta la muerte. No dejes hasta que recibas tu galardón. El que dijere que no suspenderá su oración hasta que sea salvo, ese se salvará» (San Juan Crisóstomo).
18. EXAMEN DE CONCIENCIA GENERAL,
para hacer una buena Confesión.
No se trata de hacer una lista de todos los pecados posibles, sino de los que tienen que ver algo contigo.
Para esto te pueden ser útiles los libros «Ven, Espíritu Santo» (págs. 44-49) y «Pan de Vida» (págs. 70-71), de nuestras ediciones.
a) Relación con Dios
b) Relación con el prójimo.
c) Relación conmigo mismo.
19. EXAMEN DE CONCIENCIA PARTICULAR
Estrategias para poder avanzar en la vida espiritual, adquiriendo una virtud o eliminando un defecto.
1) ¿EN QUÉ CONSISTE?
Consiste en
* adquirir una VIRTUD, por ej. la OBEDIENCIA.
* eliminar un DEFECTO, por ej. CRITICAR.
2) MÉTODO A SEGUIR
a) Tener en cuenta la lista de las virtudes, que se quieren adquirir (pág. 10) y de los defectos que se quieren eliminar (págs. 8 y 10).
b) Establecer unas prioridades.
c) Alternar una virtud con un defecto.
d) Empezar con fuerza y decisión.
3) ESTRATEGIA CONCRETA
a) Se trata de establecer:
* QUÉ se quiere, por ej. la UNIÓN CON DIOS.
* CÓMO se quiere lograr, por ej. JACULATORIAS.
b) Apuntar el RESULTADO. Ej. 100 jaculatorias diarias. Ver «Chispas de Espiritualidad», pág. 82. El número que hay que apuntar corresponde al promedio de la última semana.
c) Se pueden señalar las virtudes con letras del alfabeto y los defectos con números.
A) UNIÓN CON DIOS. Quiero adquirir la virtud de una continua unión con Dios.
a) Mediante las JACULATORIAS. Resultado: 30/XII/03-28/II/04=80.
b) Mediante las VISITAS AL SANTÍSIMO: Resultado: 30/XII/03-28/II/04=80.
1) CRÍTICA DESTRUCTIVA:
a). Cuándo sienta ganas de hablar mal de alguien, hablaré bien de él (ella).
b). Hablaré personalmente con él (ella) para tratar el asunto.
B) OBEDIENCIA.
Resultado:
2) SILENCIO LESIVO:
Resultado:
20. MI CAMINAR EN EL ESPÍRITU
De vez en cuando, especialmente durante los ejercicios y retiros espirituales, tienes que detenerte un poco y hacer un análisis sobre la marcha de tu vida espiritual, con sus fracasos y sus éxitos, anhelos y propósitos, en fin, un balance acerca de la situación en que te encuentras y el rumbo que quieres llevar.
Ejemplo:
México, D.F.; a 10 de octubre de 2004.
Retiro espiritual
Examinando mi vida espiritual desde el último retiro, he notado lo siguiente:
-Cierto avance en mis relaciones con Dios.
-Cierto descuido en mis relaciones con el prójimo, en concreto con _____.
Propósito: durante el próximo mes, voy a cuidar más este aspecto, haciendo los siguientes propósitos:
* __________________________________________________.
* __________________________________________________.

ESTATUTOS JULIO 2000

MOVIMIENTO ECLESIAL “APOSTOLES DE LA PALABRA”
Una familia misionera al servicio de la Iglesia Católica















DEPARTAMENTO
“VOLUNTARIADO MISIONERO”








ESTATUTOS












JULIO 2000



INTRODUCCIÓN

0.1 El Voluntariado Misionero “Apóstoles de la Palabra”, representa un Departamento del Movimiento Eclesial que lleva el mismo nombre. Se compone de varones, mujeres y matrimonios que, legítimamente admitidos por la autoridad competente del Movimiento conforme a sus Estatutos, se comprometen a ofrecer un servicio misionero a la Iglesia. Por lo general se trata de un servicio temporáneo (Cf. Estatutos Generales 9).
0.2. Estos Estatutos se refieren solamente al Departamento “Voluntariado Misionero” y están de acuerdo con los Estatutos Generales del Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra”.
0.3. Aparte de estos Estatutos, hay un Directorio General para todos los miembros de este Departamento y Directorios a nivel nacional y diocesano para cada rama.
0.4. Tiene valor orientativo y expresa el espíritu fundamental del Movimiento el folleto “Evangelizar, la más noble aventura”, especialmente lo que está contenido en la quinta y sexta parte (Cf. E. G. 39).

Capitulo I

SEDE

1.1. La sede central del Voluntariado Misionero “Apóstoles de la Palabra” es la siguiente:
APÓSTOLES DE LA PALABRA
Callejón Moctezuma No. 10
(entre Prolongación Lerdo y Cartas)
Apdo. Postal 103
96010 ACAYUCAN, Ver., México.
Tel. (924) 525-9
1.2. Otras sedes importantes son:

APÓSTOLES DE LA PALABRA
Calle Agujas #676
Col. El Vergel, Iztapalapa
09880 México, D.F.
Tel. (5) 426-40-04
Fax (5) 426-40-11
APÓSTOLES DE LA PALABRA
Calle Miguel Alemán s/n
4ª. Privada
Col. El Arenal
San Andrés Tuxtla, Ver.
Tel./Fax (294) 229-72
(Cf. cc. 304/1 y 31212 E.G. 4 y 5)





Capitulo II

FINALIDAD

2.1. La finalidad del Departamento “Voluntariado Misionero” es fomentar el espíritu misionero entre los fieles laicos y promover un servicio a las misiones.
2.2. El Departamento “Voluntariado Misionero” tiene el mismo Objetivo General y los mismos Objetivos Específicos del Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra”.
2.3. El Objetivo General es reunir en una sola familia a todas las categorías de fieles, para ayudarles a vivir con la mayor eficacia y plenitud su vocación cristiana en un espíritu eminentemente misionero (E.G. 6)
2.4. Sus objetivos específicos son los siguientes:
a) Dar a conocer la Palabra de Dios con todos los medios posibles;
b) Favorecer entre la juventud la práctica de un año de servicio apostólico a la Iglesia.
c) Crear y aplicar un sistema misionero popular;
d) Impulsar la Promoción y Defensa de la Fe Católica;
e) Fundar y atender Centros de Evangelización, Centros de Formación Cristiana para Laicos, Librerías y territorios de Misión (E.G. 7)
2.5. El Movimiento se siente llamado a trabajar en los lugares y ambientes más necesitados y allí en nombre de la Iglesia, transmitir con fidelidad la doctrina cristiana, debidamente enviados (“misioneros”) por la autoridad eclesiástica competente (Cf. cc. 30111 y 31.3 E.G. 8)

Capitulo III

ORGANIZACIÓN

3.1. El Departamento está organizado en tres ramas: la de varones, la de las mujeres y la de los matrimonios.
3.2. Cada rama es independiente en su disciplina interna y actividad, tratando de colaborar con las demás ramas, los demás departamentos del Movimiento Eclesial, la Fraternidad Misionera y el Instituto Misionero.
3.3. Cada rama cuenta con la siguiente organización:
a) Coordinación Nacional
b) Coordinación Diocesana
c) Coordinación Parroquial
d) Coordinación Zonal
Cada coordinación consta de un(a) coordinador(a) y dos consejeros(as).
3.4. Cada equipo de trabajo consta de 2 a 4 miembros, regidos por un(a) coordinador(a).
3.5. Por encima de las distintas ramas esta la Dirección del Departamento. Su tarea es la siguiente:
a) Representar a las tres ramas en su conjunto.
b) Favorecer la colaboración entre las distintas ramas.
c) Salvaguardar el espíritu del Movimiento.
d) Decidir o aprobar la apertura en otras naciones de acuerdo con la Dirección General (Cf. E.G. 28d).
e) Aprobar los Directorios Nacionales.
3.6. La Dirección está constituida por un(a) Director(a) y dos consejeros(as). Su cargo dura cinco años renovables.
3.7. Los miembros de la Dirección son elegidos por la Dirección que acaba su período, por los exdirectores del Departamento y por los miembros de la Dirección General. Son aprobados por el Director General.
3.8. Los coordinadores nacionales de cada rama son designados por el Director del Departamento con el voto favorable por lo menos de un(a) consejero(a). Los(as) consejeros(as) son elegidos(as) por los coordinadores diocesanos de la misma rama. Su cargo dura tres años renovables.
3.9. Su tarea consiste en:
a) Visitar las distintas diócesis.
b) Velar por la disciplina interna.
c) Preparar el Directorio Nacional de cada rama.
d) Buscar las iniciativas más oportunas para la formación de los miembros de la rama.
e) Distribuir oportunamente el personal en las distintas diócesis.
f) Aprobar los Directorios Diocesanos.
3.10. Los(as) coordinadores(as) diocesanos(as) de cada rama son establecidos(as) por el (la) respectivo(a) coordinador(a) nacional, con el voto favorable por lo menos de un(a) consejero(a). Los consejeros(as) son elegidos(as) por los miembros de la misma rama presentes en la diócesis. Su cargo dura dos años renovables.
3.11. Su tarea consiste en:
a) Visitar las distintas parroquias.
b) Velar por la disciplina interna.
c) Preparar el Directorio Diocesano.
d) Buscar las iniciativas más oportunas para la formación de los miembros de la rama.
e) Distribuir oportunamente el personal en las parroquias donde se está trabajando y planear nuevos campos de trabajo o iniciativas.
3.12. Sea el (la) Director(a) que los coordinadores(as) nacionales y diocesanos(as) pueden pedir informes a sus coordinados(as), cuando lo consideren conveniente.
3.13. Los(as) coordinadores(as) parroquiales de cada rama son establecidos por el (la) respectivo(a) Coordinador(a) Diocesano(a), con el voto favorable por lo menos, de un(a) consejero(a), después de haber consultado a los Apóstoles de la Palabra de la misma rama que residen en la parroquia interesada. La duración del cargo es de un año renovable.
3.14. Su tarea consiste en:
a) Promover la evangelización en toda la parroquia.
b) Organizar los cursos de formación.
c) Distribuir oportunamente el personal para que se evangelicen todos los lugares y ambientes.
3.15. Los(as) coordinadores(as) zonales de cada rama son elegidos por el (la) respectivo(a) coordinador(a) parroquial, con el voto favorable por los menos de un(a) consejero(a). La duración de su actividad depende de las circunstancias.
3.16. El (la) coordinador(a) parroquial o zonal forma los equipos de trabajo, con el voto favorable por lo menos de un(a) consejero(a). La duración de su actividad depende de las circunstancias.
3.17. Los(as) formadores(as) de cada rama son establecidos por el (la) respectivo(a) coordinador(a) nacional, con el voto favorable por lo menos de un(a) consejero(a). La duración de su actividad es de dos años renovables y son coordinados(as) por el (la) respectivo(a) coordinador(a) diocesano(a).
-Su tarea consiste en:
a) Formar debidamente a los aspirantes “Apóstoles de la Palabra”.
b) Velar por la disciplina interna.
*En casos donde no hay un formador(a) capacitado(a) puede fungir como formador(a) el (la) Coordinador(a) Diocesano(a).
3.18. Al estar impedido(a) el (la) Director(a) o algún(a) coordinador(a), el (la) primer consejero(a) lo (la) sustituye en su funciones. Este nombra a otro(a) consejero(a) temporalmente.
3.19. Al estar impedido(a) un(a) consejero(a), el (la) Director(a) o el (la) coordinador(a) nombra a otro(a) temporalmente.
3.20. Es de suma importancia el papel del (la) coordinador(a) a los distintos niveles. Por lo tanto, es preferible tener menos equipos con más personal, pero que cuenten con un(a) buen(a) coordinador(a), que muchos equipos pequeños que cuenten con coordinadores(as) poco capacitados(as). Lo mismo vale para los centros de formación.
3.21. Hay que respetar al (la) coordinador(a) como principio de unidad y orden y ayudarlo(a) a cumplir con su misión, mediante un espíritu de confianza y obediencia.
3.22. Sea el (la) Director(a) que cualquier otro dirigente del Departamento puede ser removido de su cargo antes de terminar su período, por necesidad (cambio de oficio o traslado), incumplimiento del propio deber o mala conducta. Esta remoción puede ser hecha por la autoridad que lo aprobó.
3.23. Al ser removido o faltar el Director del Departamento, el primer consejero toma el cargo temporalmente con aprobación del Director General, hasta la próxima Reunión General, cuando se elegirá al nuevo Director con sus consejeros, según las normas aquí establecidas.
3.24. Fuera de México, para cada país o conjunto de países (ej. Centro América) el (la) Director(a) General nombrará a un(a) director(a), que coordine la actividad del Movimiento en un determinado territorio.
3.25. Donde haya un(a) director(a) regional para distintos países, este(a) nombrará al (la) Director(a) para cada país.
3.26. En México el (la) Director(a) General funge como Director(a) Nacional.
3.27. Cuando las circunstancias lo ameritan, se puede dividir una nación en regiones, contando con un(a) director(a) regional, nombrado(a) por el (la) director(a) nacional.
3.28. Los(as) directores(as) cuentan con las facultades, que les confieran quienes les dieron el nombramiento.
3.29. Para cada país o conjunto de países (Ej. Centro América), cada año habrá una Reunión General y dos Reuniones Regionales. La Reunión General será para todo el país o conjunto de países; la Reunión Intermedia será para una región dentro de un país o un país pequeño, como en el caso de los distintos países de Centro América.
3.30. A cada reunión participarán los miembros más representativos del Departamento, cuyo número es establecido por la Reunión General o Regional anterior.
3.31. En los dos tipos de Reunión se examinará la situación del Departamento y se tomarán los acuerdos pertinentes.
3.32. Para favorecer la unidad en el Movimiento, habrá visitas periódicas a todas las diócesis de parte de los miembros de la Dirección y Coordinaciones Nacionales, que podrán ser acompañados por otros Apóstoles de la Palabra con experiencia, sabiduría y prudencia.
Su misión como Visitadores Oficiales consiste en:
a) Ofrecer y recibir información
b) Impartir cursos Formativos
c) Cuidar la disciplina y espíritu del Movimiento
En caso de extrema urgencia, los visitadores pueden tomar decisiones rápidas (cambiar el (la) coordinador(a) diocesano(a); expulsar algún miembro por faltas graves, etc.), dando aviso después al (la) coordinador(a) nacional correspondiente. Al terminar cada visita oficial, tiene que haber un informe por escrito, preparado y firmado por los visitadores y dirigido a la Dirección y Coordinaciones Nacionales.
3.33. Las “comisiones” son servicios internos del Movimiento, integrados por Apóstoles de la Palabra, que apoyan y orientan en cuestiones prácticas a los miembros de los mismos.
Estas comisiones pueden ser:
Comisión de formación, de economía, convivencias católicas, documentación, salud, difusión de literatura, medios masivos de comunicación social, evangelización, catequesis, pastoral vocacional, etc.
3.34. Es conveniente que para cada diócesis haya un asesor eclesiástico, presentado por los Coordinadores Nacionales y aprobado por el Sr. Obispo correspondiente.
3.35. la Dirección General solicitará a la Fraternidad Misionera “Apóstoles de la Palabra” y al Instituto Misionero “Apóstoles de la Palabra”, aquella ayuda que considere conveniente para su desarrollo, especialmente en el campo de su formación y coordinación. Para definir los compromisos, podrán establecerse convenios.


Capítulo IV

ESPIRITU

4.1. Pobreza, servicio y humildad deben ser las tres características básicas del Movimiento y deben influir en toda la actividad de sus miembros, sin importar a qué Departamento pertenezcan (E.G. 42)
4.2. Vivir confiando en Dios y arriesgándolo todo por el Evangelio, tiene que ser el estilo propio del Movimiento y de cada Apóstol de la Palabra (E.G. 43)
4.3. Por lo tanto, el Movimiento en su conjunto, como cada Apóstol de la Palabra se esforzarán por vivir una pobreza efectiva real no solo pensarlo, poseyendo lo mínimo indispensable. Su espíritu de pobreza tiene que manifestarse en su vivienda, manera de vestir, actividad, comida y medios que usa en la evangelización (E.G. 44)
4.4. Inspirándose en los primeros cristianos de Jerusalén que “compartían cuanto tenían” (Hechos 2,44), puesto que “nadie consideraba como suyo lo que poseía, sino que todo lo tenían en común” (Hechos 4,32), los Apóstoles de la Palabra, especialmente los casados, tienen que buscar formas de solidaridad en el campo económico que sirvan de estímulo en la Iglesia y en la Sociedad (E.G. 45)
4.5. En el Movimiento se debe profesar una predilección especial hacia los pobres, escogiendo preferentemente, como campos de trabajo, los lugares más pobres y abandonados, luchando a favor de los marginados y oprimidos, aceptando en el Movimiento incluso a los más pobres e impreparados en el campo religioso o cultural, hasta darles la oportunidad de ocupar cargos en la organización (E.G. 46)
4.6. El Apóstol de la Palabra tiene que considerarse “el último y el servidor de todos” (Mc. 9,35); tiene que enfrentarse a cualquier clase de desprecio y humillación, con tal de seguir predicando la Palabra de Dios (E.G.47)
4.7. Este espíritu de humildad tiene que manifestarse, de una manera especial, en el esfuerzo por establecer lazos de colaboración entre todas las organizaciones apostólicas y, sobre todo, entre todos los miembros del mismo Movimiento. Todos tienen que sentirse verdaderos hermanos a causa de su origen común y de su pertenencia a una misma familia apostólica (E.G. 48)
4.8. Para vivir esto es preciso alimentar constantemente nuestra vida de Apóstoles de la Palabra con la oración y los sacramentos, sobre todo con la Penitencia y la Eucaristía (E.G. 49)
4.9. El Apóstol de la Palabra dará verdaderos frutos en su apostolado, cuando tenga una profunda vida espiritual, cimentada en la oración, en el amor a la Eucaristía y a la Virgen Santísima y un gran amor a la misma Palabra de Dios (E.G. 50)




Capitulo V

FORMACIÓN

5.1. El método formativo del Movimiento “Apóstoles de la Palabra” consiste en alternar continuamente estudio y actividad apostólica (Cf. E.G. 51)
5.2. Los Apóstoles de la Palabra, deberán formarse en los distintos Institutos, Escuelas Catequéticas, Centros Catequísticos, etc.
Los(as) coordinadores(as) diocesanos(as) y formadores(as) deberán asistir a cursos especiales de actualización, para una mayor formación.
5.3. Es oportuno que por diócesis de vez en cuando haya algún encuentro-convivencia entre los Apóstoles de la Palabra de las tres ramas, para mayor familiaridad y conocimiento entre los mismos.
5.4. Durante el primer año de promesa, los Apóstoles de la Palabra dedicarán todas sus energías a su formación apostólica.
5.5. En los años sucesivos, cada uno podrá seguir estudiando para terminar la primaria o cursar otro tipo de escuela, siempre y cuando muestre responsabilidad, interés e iniciativa para que sigan estudiando.
5.6. A los que tengan más capacidad y deseo de superación, se les brindarán todas las facilidades posibles para que sigan estudiando.
5.7. Un espíritu de extrema fidelidad a la Iglesia guiará toda la formación y la actividad del Apóstol de la Palabra (E.G. 53)
5.8. Lo que más ayudará al Apóstol de la Palabra en su formación personal será el contacto directo con los sacerdotes, los diáconos y los dirigentes del Movimiento.
5.9. Cada mes los equipos de trabajo tendrán una revisión de vida y un retiro espiritual.
5.10. Los Apóstoles de la Palabra cada mes entregarán un informe de su actividad apostólica.

Capitulo VI

METODO DE TRABAJO

6.1. La actividad apostólica del Departamento “Voluntariado Misionero” es la misma de todo el Movimiento y se desarrolla a tres niveles:
a) Pueblo en General.
b) Pequeñas comunidades cristianas
c) Agentes de pastoral (Cf. E.G. 54)
6.2. A nivel de pueblo en general se realiza, buscando la manera de llevar a todos un breve anuncio de la salvación utilizando los siguientes medios:
a) Visitas domiciliarias
b) Difusión de literatura formativa
c) Rosario en los hogares
d) Novenario de difuntos
e) Convivencias
f) Religiosidad popular
g) Periódico mural, pósters
h) Teatro, cine, radio, audiocassettes y videocasetes, etc. (Cf. E.G. 57)
6.3. A parte de esta actividad que tiene que ser constante, el “Voluntariado Misionero” Apóstoles de la Palabra mira a apoyar las comunidades ya existentes y a formar pequeñas comunidades cristianas, donde se vive más profundamente el mensaje de Cristo. Estas pequeñas comunidades, transformadas por la Palabra de Dios, escuchada y vivida, deben ser a su vez como la levadura en la masa, elementos transformadores de toda comunidad parroquial y a través de ella, de la misma Iglesia particular y de la sociedad. En los pueblitos, estas comunidades pueden coincidir con el grupito de fieles que siempre acuden a la Iglesia.
Los dirigentes de estas pequeñas comunidades deberán ser objeto de una atención especial, brindándoles cursos periódicos de formación, a los que acudirán, por lo general, cada dos meses (E.G. 59).
6.4. Los mejores de entre los agentes de pastoral, tienen que ser orientados hacia Escuelas Catequéticas o Institutos Teológicos.
Una de las metas fundamentales del Movimiento consiste en promover la creación de estos centros de formación que estén al servicio de todos los laicos comprometidos, a cualquier Movimiento o línea que pertenezcan (E.G. 58)
6.5. El Movimiento no hace suya ninguna línea específica de evangelización; cada Apóstol de la Palabra adoptará la línea que considere más conveniente de acuerdo a su propia sensibilidad y las circunstancias de tiempo y lugar (E.G. 59)
6.6. Por lo general la evangelización empezará por los adultos, lo que garantiza más solidez a la futura comunidad cristiana; después se pasará a los jóvenes y a los niños (E.G. 62)
6.7. Durante los cursos periódicos de formación, los Apóstoles de la Palabra tratarán de evaluar el trabajo realizado y programar las actividades que se van a desarrollar. Es importante que se haga eso también cada quince días a nivel parroquial o zonal.
6.8. En toda su actividad evangelizadora, los Apóstoles de la Palabra, tienen que trabajar de acuerdo con el párroco, guardando la debida autonomía por lo que se refiere a la disciplina interna y exigiendo respeto por el propio método de trabajo (Cf. E.G. 61)
6.9. Se pueden aceptar y realizar todas las iniciativas del Párroco, a condición que no haya oposición a nuestro método de trabajo, que tienen que aprender a utilizar todos los Apóstoles de la Palabra.
6.10. Cuando haya diferencias muy profundas entre el Párroco y los Apóstoles de la Palabra, es conveniente que éstos se retiren para evitar dar un mal testimonio a la comunidad.
6.11. Es importante que en los lugares estratégicos se vayan construyendo centros de evangelización, que por lo general tienen que pertenecer a la Iglesia local.
Serán como centros de irradiación del Evangelio en toda la región, estarán bajo el cuidado de los Apóstoles de la Palabra y servirán para impartir continuamente cursos de formación al pueblo en general y a los agentes de pastoral, a cualquier Movimiento o líneas que pertenezcan (Cf. E.G. 64)
6.12. Es conveniente que para poder empezar a realizar nuestra actividad en una diócesis, haya una invitación por escrito de parte del Obispo (Cf. E.G. 19). Lo mismo tiene que hacerse a nivel parroquias. Que el Párroco lo solicite por escrito y se comprometa de antemano a apoyar al Movimiento para que pueda lograr sus fines.
6.13. Por lo que se refiere a la vivienda, el sustento, las atenciones médicas y los gastos de pasaje, los Apóstoles de la Palabra dependen de la generosidad del pueblo y el sacerdote que los solicite. Nunca exigirán algo como un derecho.
6.14. Los Apóstoles de la Palabra podrán atender “territorios de misión” que quedarán completamente bajo su responsabilidad por lo que se refiere al método de trabajo (Cf. E.G. 7e)
6.15. En caso de necesidad, los Apóstoles de la Palabra tienen que hacer algún trabajo, para sostenerse y conseguir algo útil para el apostolado (aparato de sonido, dulces para los niños del catecismo, material didáctico, etc.)
6.16. Es necesario que los equipos de mujeres puedan contar siempre por lo menos con un cuarto donde dormir, estudiar, descansar y orar sin que nadie las estorbe.
6.17. Aparte de las actividades que miran directamente a la evangelización, los Apóstoles de la Palabra tienen que tratar de ayudar a la comunidad para que se supere en todos los niveles, promoviendo algo de medicina, repostería, higiene, cooperativismo y todo lo que se considere necesario para la elevación de la comunidad.
6.18. El Apóstol de la Palabra tiene que dar ejemplo de amor al trabajo, humildad y pobreza, lavando su ropa, aseando los locales en que vive, ayudando en la cocina y en el campo, colaborando en la construcción de alguna capilla, un centro recreativo o letrina, etc.
6.19. Para no perder el tiempo, el Apóstol de la Palabra tiene que contar siempre con un programa de actividades bien preparado, incluyendo la oración, el estudio, el apostolado y el trabajo manual, que tiene un grande valor formativo.
6.20. El trabajo manual remunerativo será utilizado en la medida que sea necesario, teniendo presente la prioridad absoluta de la evangelización.

Capitulo VII

PERTENENCIA AL DEPARTAMENTO

7.1. Pertenecen plenamente al Departamento “Voluntariado Misionero” todos(as) los(as) Apóstoles de la Palabra que se encuentren con promesa. Los demás pertenecen en sentido amplio.
7.2. La promesa dura un año y puede ser renovada hasta que se quiera, de acuerdo con los dirigentes del Departamento.
7.3. La fórmula de la promesa es libre. La parte esencial, que nunca tiene que faltar, es lo siguiente:
“Yo N.N., en presencia del P. N.N. (si hay algún sacerdote), de mi coordinador(a) diocesano(a) N.N. y de esta comunidad cristiana, para dar gloria a Dios y proclamar su Palabra con toda libertad y valentía hago promesa de servir a la Iglesia durante un año en el Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra”, comprometiéndome a cumplir con sus Estatutos y obedecer a mis coordinadores”.
7.4. Para poder hacer la promesa por primera vez, se necesita un periódico de prueba de unos tres a seis meses.
7.5. Los(as) coordinadores(as) diocesanos(as) establecerán los lugares, donde los(as) aspirantes “Apóstoles de la Palabra” realizarán su formación.
7.6. Los Centros de Formación para aspirantes “Apóstoles de la Palabra” se establecerán en algunas Casas del Apóstol, y en algunos lugares estratégicos, donde los candidatos puedan pasar la prueba (Cf. E.G. 72)
7.7. Los requisitos de admisión son los siguientes:
a) Deseo de conversión
b) Buena voluntad y
c) Capacidad de convivir
No se admitirán personas que tengan problemas graves de salud, trastornos psicológicos o problemas de desviación sexual.
Ni personas que rechazaran públicamente la fe católica, se aparten de la comunidad eclesiástica o estén excomulgados C. 31611 (Cf. E.G. 12b)
7.8. Respecto a la edad, para los hombres se necesita que tengan por lo menos 16 años y para las mujeres 14 años, siempre que den muestras de responsabilidad.
7.9. Tratándose de menores de edad, se necesita el permiso de sus papás, excepto casos especiales en los cuales se trata de ayudar a los jóvenes en situaciones de opresión.
7.10. No es conveniente aceptar para que renueven la promesa a gente descontenta, de carácter difícil o con poca iniciativa.
7.11. Por motivos graves, algún Apóstol de la Palabra puede ser expulsado del Movimiento.
Estos pueden ser:
a) Grave escándalo a la comunidad.
b) Abierta desobediencia a los dirigentes
c) Mucha flojera (Cf. E.G. 13)
7.12. Normalmente esta decisión será tomada por el(la) coordinador(a) diocesano(a). En caso de urgencia puede ser tomada también por el(la) coordinador(a) parroquial o zonal, que en la mayor brevedad posible dará aviso al(la) coordinador(a) diocesano(a), quedando a salvo el derecho del expulsado de apelar a la autoridad correspondiente (Cf. E.G. 13)
7.13. Cuando alguien no puede cumplir con la promesa, solicite la dispensa al coordinador(a) diocesano(a) que se la concederá.
7.14. El que sienta el deseo de consagrar toda su vida a Dios en el apostolado mediante la pobreza, castidad y obediencia siguiendo como Apóstol de la Palabra, participe en los encuentros vocacionales y póngase en contacto con los encargados del Instituto Misionero o la Fraternidad Misionera.
7.15. Los matrimonios pueden estar al servicio del Movimiento, para apoyar su organización interna, o a servicio de la Iglesia local. Los primeros tienen que ser escogidos por la dirección del Movimiento; los demás tienen que resolver ellos mismos los problemas acerca del lugar de trabajo y las condiciones del mismo.
7.16. Para que entre los Apóstoles de la Palabra se establezcan lazos de noviazgo o matrimonio, se necesita la aprobación del Director del Departamento. Normalmente se concederá el permiso a quienes se crea que puedan ser aceptados a dar un servicio en el Movimiento por toda la vida.
7.17. Se ofrecerá todo el apoyo posible a los Apóstoles de la Palabra casados, que quieran trabajar en el Movimiento por toda la vida. Un día podrán representar uno de los grandes pilares de la evangelización.
7.18. Se apoyará la formación de matrimonios entre los mismos Apóstoles de la Palabra. La comunión de ideales es una garantía segura para un encuentro profundo a nivel matrimonial y apostólico.
7.19. Los Apóstoles de la Palabra casados tratarán de inventar formas de solidaridad en campo económico, que les permita vivir sin depender completamente de la comunidad (Cf. E.G. 43)



INDICE GENERAL

INTRODUCCIÓN..............................................................
2
Capitulo I
SEDE...........................................................................

2
Capitulo II
FINALIDAD....................................................................

3
Capitulo III
ORGANIZACIÓN..............................................................

3
Capitulo IV
ESPIRITU......................................................................

7
Capitulo V
FORMACIÓN...................................................................

8
Capitulo VI
METODO DE TRABAJO......................................................

8
Capitulo VII
PERTENENCIA AL VOLUNTARIADO........................................

10