MOVIMIENTO ECLESIAL “APOSTOLES DE LA PALABRA”
Una familia misionera al servicio de la Iglesia Católica
DEPARTAMENTO
“VOLUNTARIADO MISIONERO”
ESTATUTOS
JULIO 2000
INTRODUCCIÓN
0.1 El Voluntariado Misionero “Apóstoles de la Palabra”, representa un Departamento del Movimiento Eclesial que lleva el mismo nombre. Se compone de varones, mujeres y matrimonios que, legítimamente admitidos por la autoridad competente del Movimiento conforme a sus Estatutos, se comprometen a ofrecer un servicio misionero a la Iglesia. Por lo general se trata de un servicio temporáneo (Cf. Estatutos Generales 9).
0.2. Estos Estatutos se refieren solamente al Departamento “Voluntariado Misionero” y están de acuerdo con los Estatutos Generales del Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra”.
0.3. Aparte de estos Estatutos, hay un Directorio General para todos los miembros de este Departamento y Directorios a nivel nacional y diocesano para cada rama.
0.4. Tiene valor orientativo y expresa el espíritu fundamental del Movimiento el folleto “Evangelizar, la más noble aventura”, especialmente lo que está contenido en la quinta y sexta parte (Cf. E. G. 39).
Capitulo I
SEDE
1.1. La sede central del Voluntariado Misionero “Apóstoles de la Palabra” es la siguiente:
APÓSTOLES DE LA PALABRA
Callejón Moctezuma No. 10
(entre Prolongación Lerdo y Cartas)
Apdo. Postal 103
96010 ACAYUCAN, Ver., México.
Tel. (924) 525-9
1.2. Otras sedes importantes son:
APÓSTOLES DE LA PALABRA
Calle Agujas #676
Col. El Vergel, Iztapalapa
09880 México, D.F.
Tel. (5) 426-40-04
Fax (5) 426-40-11
APÓSTOLES DE LA PALABRA
Calle Miguel Alemán s/n
4ª. Privada
Col. El Arenal
San Andrés Tuxtla, Ver.
Tel./Fax (294) 229-72
(Cf. cc. 304/1 y 31212 E.G. 4 y 5)
Capitulo II
FINALIDAD
2.1. La finalidad del Departamento “Voluntariado Misionero” es fomentar el espíritu misionero entre los fieles laicos y promover un servicio a las misiones.
2.2. El Departamento “Voluntariado Misionero” tiene el mismo Objetivo General y los mismos Objetivos Específicos del Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra”.
2.3. El Objetivo General es reunir en una sola familia a todas las categorías de fieles, para ayudarles a vivir con la mayor eficacia y plenitud su vocación cristiana en un espíritu eminentemente misionero (E.G. 6)
2.4. Sus objetivos específicos son los siguientes:
a) Dar a conocer la Palabra de Dios con todos los medios posibles;
b) Favorecer entre la juventud la práctica de un año de servicio apostólico a la Iglesia.
c) Crear y aplicar un sistema misionero popular;
d) Impulsar la Promoción y Defensa de la Fe Católica;
e) Fundar y atender Centros de Evangelización, Centros de Formación Cristiana para Laicos, Librerías y territorios de Misión (E.G. 7)
2.5. El Movimiento se siente llamado a trabajar en los lugares y ambientes más necesitados y allí en nombre de la Iglesia, transmitir con fidelidad la doctrina cristiana, debidamente enviados (“misioneros”) por la autoridad eclesiástica competente (Cf. cc. 30111 y 31.3 E.G. 8)
Capitulo III
ORGANIZACIÓN
3.1. El Departamento está organizado en tres ramas: la de varones, la de las mujeres y la de los matrimonios.
3.2. Cada rama es independiente en su disciplina interna y actividad, tratando de colaborar con las demás ramas, los demás departamentos del Movimiento Eclesial, la Fraternidad Misionera y el Instituto Misionero.
3.3. Cada rama cuenta con la siguiente organización:
a) Coordinación Nacional
b) Coordinación Diocesana
c) Coordinación Parroquial
d) Coordinación Zonal
Cada coordinación consta de un(a) coordinador(a) y dos consejeros(as).
3.4. Cada equipo de trabajo consta de 2 a 4 miembros, regidos por un(a) coordinador(a).
3.5. Por encima de las distintas ramas esta la Dirección del Departamento. Su tarea es la siguiente:
a) Representar a las tres ramas en su conjunto.
b) Favorecer la colaboración entre las distintas ramas.
c) Salvaguardar el espíritu del Movimiento.
d) Decidir o aprobar la apertura en otras naciones de acuerdo con la Dirección General (Cf. E.G. 28d).
e) Aprobar los Directorios Nacionales.
3.6. La Dirección está constituida por un(a) Director(a) y dos consejeros(as). Su cargo dura cinco años renovables.
3.7. Los miembros de la Dirección son elegidos por la Dirección que acaba su período, por los exdirectores del Departamento y por los miembros de la Dirección General. Son aprobados por el Director General.
3.8. Los coordinadores nacionales de cada rama son designados por el Director del Departamento con el voto favorable por lo menos de un(a) consejero(a). Los(as) consejeros(as) son elegidos(as) por los coordinadores diocesanos de la misma rama. Su cargo dura tres años renovables.
3.9. Su tarea consiste en:
a) Visitar las distintas diócesis.
b) Velar por la disciplina interna.
c) Preparar el Directorio Nacional de cada rama.
d) Buscar las iniciativas más oportunas para la formación de los miembros de la rama.
e) Distribuir oportunamente el personal en las distintas diócesis.
f) Aprobar los Directorios Diocesanos.
3.10. Los(as) coordinadores(as) diocesanos(as) de cada rama son establecidos(as) por el (la) respectivo(a) coordinador(a) nacional, con el voto favorable por lo menos de un(a) consejero(a). Los consejeros(as) son elegidos(as) por los miembros de la misma rama presentes en la diócesis. Su cargo dura dos años renovables.
3.11. Su tarea consiste en:
a) Visitar las distintas parroquias.
b) Velar por la disciplina interna.
c) Preparar el Directorio Diocesano.
d) Buscar las iniciativas más oportunas para la formación de los miembros de la rama.
e) Distribuir oportunamente el personal en las parroquias donde se está trabajando y planear nuevos campos de trabajo o iniciativas.
3.12. Sea el (la) Director(a) que los coordinadores(as) nacionales y diocesanos(as) pueden pedir informes a sus coordinados(as), cuando lo consideren conveniente.
3.13. Los(as) coordinadores(as) parroquiales de cada rama son establecidos por el (la) respectivo(a) Coordinador(a) Diocesano(a), con el voto favorable por lo menos, de un(a) consejero(a), después de haber consultado a los Apóstoles de la Palabra de la misma rama que residen en la parroquia interesada. La duración del cargo es de un año renovable.
3.14. Su tarea consiste en:
a) Promover la evangelización en toda la parroquia.
b) Organizar los cursos de formación.
c) Distribuir oportunamente el personal para que se evangelicen todos los lugares y ambientes.
3.15. Los(as) coordinadores(as) zonales de cada rama son elegidos por el (la) respectivo(a) coordinador(a) parroquial, con el voto favorable por los menos de un(a) consejero(a). La duración de su actividad depende de las circunstancias.
3.16. El (la) coordinador(a) parroquial o zonal forma los equipos de trabajo, con el voto favorable por lo menos de un(a) consejero(a). La duración de su actividad depende de las circunstancias.
3.17. Los(as) formadores(as) de cada rama son establecidos por el (la) respectivo(a) coordinador(a) nacional, con el voto favorable por lo menos de un(a) consejero(a). La duración de su actividad es de dos años renovables y son coordinados(as) por el (la) respectivo(a) coordinador(a) diocesano(a).
-Su tarea consiste en:
a) Formar debidamente a los aspirantes “Apóstoles de la Palabra”.
b) Velar por la disciplina interna.
*En casos donde no hay un formador(a) capacitado(a) puede fungir como formador(a) el (la) Coordinador(a) Diocesano(a).
3.18. Al estar impedido(a) el (la) Director(a) o algún(a) coordinador(a), el (la) primer consejero(a) lo (la) sustituye en su funciones. Este nombra a otro(a) consejero(a) temporalmente.
3.19. Al estar impedido(a) un(a) consejero(a), el (la) Director(a) o el (la) coordinador(a) nombra a otro(a) temporalmente.
3.20. Es de suma importancia el papel del (la) coordinador(a) a los distintos niveles. Por lo tanto, es preferible tener menos equipos con más personal, pero que cuenten con un(a) buen(a) coordinador(a), que muchos equipos pequeños que cuenten con coordinadores(as) poco capacitados(as). Lo mismo vale para los centros de formación.
3.21. Hay que respetar al (la) coordinador(a) como principio de unidad y orden y ayudarlo(a) a cumplir con su misión, mediante un espíritu de confianza y obediencia.
3.22. Sea el (la) Director(a) que cualquier otro dirigente del Departamento puede ser removido de su cargo antes de terminar su período, por necesidad (cambio de oficio o traslado), incumplimiento del propio deber o mala conducta. Esta remoción puede ser hecha por la autoridad que lo aprobó.
3.23. Al ser removido o faltar el Director del Departamento, el primer consejero toma el cargo temporalmente con aprobación del Director General, hasta la próxima Reunión General, cuando se elegirá al nuevo Director con sus consejeros, según las normas aquí establecidas.
3.24. Fuera de México, para cada país o conjunto de países (ej. Centro América) el (la) Director(a) General nombrará a un(a) director(a), que coordine la actividad del Movimiento en un determinado territorio.
3.25. Donde haya un(a) director(a) regional para distintos países, este(a) nombrará al (la) Director(a) para cada país.
3.26. En México el (la) Director(a) General funge como Director(a) Nacional.
3.27. Cuando las circunstancias lo ameritan, se puede dividir una nación en regiones, contando con un(a) director(a) regional, nombrado(a) por el (la) director(a) nacional.
3.28. Los(as) directores(as) cuentan con las facultades, que les confieran quienes les dieron el nombramiento.
3.29. Para cada país o conjunto de países (Ej. Centro América), cada año habrá una Reunión General y dos Reuniones Regionales. La Reunión General será para todo el país o conjunto de países; la Reunión Intermedia será para una región dentro de un país o un país pequeño, como en el caso de los distintos países de Centro América.
3.30. A cada reunión participarán los miembros más representativos del Departamento, cuyo número es establecido por la Reunión General o Regional anterior.
3.31. En los dos tipos de Reunión se examinará la situación del Departamento y se tomarán los acuerdos pertinentes.
3.32. Para favorecer la unidad en el Movimiento, habrá visitas periódicas a todas las diócesis de parte de los miembros de la Dirección y Coordinaciones Nacionales, que podrán ser acompañados por otros Apóstoles de la Palabra con experiencia, sabiduría y prudencia.
Su misión como Visitadores Oficiales consiste en:
a) Ofrecer y recibir información
b) Impartir cursos Formativos
c) Cuidar la disciplina y espíritu del Movimiento
En caso de extrema urgencia, los visitadores pueden tomar decisiones rápidas (cambiar el (la) coordinador(a) diocesano(a); expulsar algún miembro por faltas graves, etc.), dando aviso después al (la) coordinador(a) nacional correspondiente. Al terminar cada visita oficial, tiene que haber un informe por escrito, preparado y firmado por los visitadores y dirigido a la Dirección y Coordinaciones Nacionales.
3.33. Las “comisiones” son servicios internos del Movimiento, integrados por Apóstoles de la Palabra, que apoyan y orientan en cuestiones prácticas a los miembros de los mismos.
Estas comisiones pueden ser:
Comisión de formación, de economía, convivencias católicas, documentación, salud, difusión de literatura, medios masivos de comunicación social, evangelización, catequesis, pastoral vocacional, etc.
3.34. Es conveniente que para cada diócesis haya un asesor eclesiástico, presentado por los Coordinadores Nacionales y aprobado por el Sr. Obispo correspondiente.
3.35. la Dirección General solicitará a la Fraternidad Misionera “Apóstoles de la Palabra” y al Instituto Misionero “Apóstoles de la Palabra”, aquella ayuda que considere conveniente para su desarrollo, especialmente en el campo de su formación y coordinación. Para definir los compromisos, podrán establecerse convenios.
Capítulo IV
ESPIRITU
4.1. Pobreza, servicio y humildad deben ser las tres características básicas del Movimiento y deben influir en toda la actividad de sus miembros, sin importar a qué Departamento pertenezcan (E.G. 42)
4.2. Vivir confiando en Dios y arriesgándolo todo por el Evangelio, tiene que ser el estilo propio del Movimiento y de cada Apóstol de la Palabra (E.G. 43)
4.3. Por lo tanto, el Movimiento en su conjunto, como cada Apóstol de la Palabra se esforzarán por vivir una pobreza efectiva real no solo pensarlo, poseyendo lo mínimo indispensable. Su espíritu de pobreza tiene que manifestarse en su vivienda, manera de vestir, actividad, comida y medios que usa en la evangelización (E.G. 44)
4.4. Inspirándose en los primeros cristianos de Jerusalén que “compartían cuanto tenían” (Hechos 2,44), puesto que “nadie consideraba como suyo lo que poseía, sino que todo lo tenían en común” (Hechos 4,32), los Apóstoles de la Palabra, especialmente los casados, tienen que buscar formas de solidaridad en el campo económico que sirvan de estímulo en la Iglesia y en la Sociedad (E.G. 45)
4.5. En el Movimiento se debe profesar una predilección especial hacia los pobres, escogiendo preferentemente, como campos de trabajo, los lugares más pobres y abandonados, luchando a favor de los marginados y oprimidos, aceptando en el Movimiento incluso a los más pobres e impreparados en el campo religioso o cultural, hasta darles la oportunidad de ocupar cargos en la organización (E.G. 46)
4.6. El Apóstol de la Palabra tiene que considerarse “el último y el servidor de todos” (Mc. 9,35); tiene que enfrentarse a cualquier clase de desprecio y humillación, con tal de seguir predicando la Palabra de Dios (E.G.47)
4.7. Este espíritu de humildad tiene que manifestarse, de una manera especial, en el esfuerzo por establecer lazos de colaboración entre todas las organizaciones apostólicas y, sobre todo, entre todos los miembros del mismo Movimiento. Todos tienen que sentirse verdaderos hermanos a causa de su origen común y de su pertenencia a una misma familia apostólica (E.G. 48)
4.8. Para vivir esto es preciso alimentar constantemente nuestra vida de Apóstoles de la Palabra con la oración y los sacramentos, sobre todo con la Penitencia y la Eucaristía (E.G. 49)
4.9. El Apóstol de la Palabra dará verdaderos frutos en su apostolado, cuando tenga una profunda vida espiritual, cimentada en la oración, en el amor a la Eucaristía y a la Virgen Santísima y un gran amor a la misma Palabra de Dios (E.G. 50)
Capitulo V
FORMACIÓN
5.1. El método formativo del Movimiento “Apóstoles de la Palabra” consiste en alternar continuamente estudio y actividad apostólica (Cf. E.G. 51)
5.2. Los Apóstoles de la Palabra, deberán formarse en los distintos Institutos, Escuelas Catequéticas, Centros Catequísticos, etc.
Los(as) coordinadores(as) diocesanos(as) y formadores(as) deberán asistir a cursos especiales de actualización, para una mayor formación.
5.3. Es oportuno que por diócesis de vez en cuando haya algún encuentro-convivencia entre los Apóstoles de la Palabra de las tres ramas, para mayor familiaridad y conocimiento entre los mismos.
5.4. Durante el primer año de promesa, los Apóstoles de la Palabra dedicarán todas sus energías a su formación apostólica.
5.5. En los años sucesivos, cada uno podrá seguir estudiando para terminar la primaria o cursar otro tipo de escuela, siempre y cuando muestre responsabilidad, interés e iniciativa para que sigan estudiando.
5.6. A los que tengan más capacidad y deseo de superación, se les brindarán todas las facilidades posibles para que sigan estudiando.
5.7. Un espíritu de extrema fidelidad a la Iglesia guiará toda la formación y la actividad del Apóstol de la Palabra (E.G. 53)
5.8. Lo que más ayudará al Apóstol de la Palabra en su formación personal será el contacto directo con los sacerdotes, los diáconos y los dirigentes del Movimiento.
5.9. Cada mes los equipos de trabajo tendrán una revisión de vida y un retiro espiritual.
5.10. Los Apóstoles de la Palabra cada mes entregarán un informe de su actividad apostólica.
Capitulo VI
METODO DE TRABAJO
6.1. La actividad apostólica del Departamento “Voluntariado Misionero” es la misma de todo el Movimiento y se desarrolla a tres niveles:
a) Pueblo en General.
b) Pequeñas comunidades cristianas
c) Agentes de pastoral (Cf. E.G. 54)
6.2. A nivel de pueblo en general se realiza, buscando la manera de llevar a todos un breve anuncio de la salvación utilizando los siguientes medios:
a) Visitas domiciliarias
b) Difusión de literatura formativa
c) Rosario en los hogares
d) Novenario de difuntos
e) Convivencias
f) Religiosidad popular
g) Periódico mural, pósters
h) Teatro, cine, radio, audiocassettes y videocasetes, etc. (Cf. E.G. 57)
6.3. A parte de esta actividad que tiene que ser constante, el “Voluntariado Misionero” Apóstoles de la Palabra mira a apoyar las comunidades ya existentes y a formar pequeñas comunidades cristianas, donde se vive más profundamente el mensaje de Cristo. Estas pequeñas comunidades, transformadas por la Palabra de Dios, escuchada y vivida, deben ser a su vez como la levadura en la masa, elementos transformadores de toda comunidad parroquial y a través de ella, de la misma Iglesia particular y de la sociedad. En los pueblitos, estas comunidades pueden coincidir con el grupito de fieles que siempre acuden a la Iglesia.
Los dirigentes de estas pequeñas comunidades deberán ser objeto de una atención especial, brindándoles cursos periódicos de formación, a los que acudirán, por lo general, cada dos meses (E.G. 59).
6.4. Los mejores de entre los agentes de pastoral, tienen que ser orientados hacia Escuelas Catequéticas o Institutos Teológicos.
Una de las metas fundamentales del Movimiento consiste en promover la creación de estos centros de formación que estén al servicio de todos los laicos comprometidos, a cualquier Movimiento o línea que pertenezcan (E.G. 58)
6.5. El Movimiento no hace suya ninguna línea específica de evangelización; cada Apóstol de la Palabra adoptará la línea que considere más conveniente de acuerdo a su propia sensibilidad y las circunstancias de tiempo y lugar (E.G. 59)
6.6. Por lo general la evangelización empezará por los adultos, lo que garantiza más solidez a la futura comunidad cristiana; después se pasará a los jóvenes y a los niños (E.G. 62)
6.7. Durante los cursos periódicos de formación, los Apóstoles de la Palabra tratarán de evaluar el trabajo realizado y programar las actividades que se van a desarrollar. Es importante que se haga eso también cada quince días a nivel parroquial o zonal.
6.8. En toda su actividad evangelizadora, los Apóstoles de la Palabra, tienen que trabajar de acuerdo con el párroco, guardando la debida autonomía por lo que se refiere a la disciplina interna y exigiendo respeto por el propio método de trabajo (Cf. E.G. 61)
6.9. Se pueden aceptar y realizar todas las iniciativas del Párroco, a condición que no haya oposición a nuestro método de trabajo, que tienen que aprender a utilizar todos los Apóstoles de la Palabra.
6.10. Cuando haya diferencias muy profundas entre el Párroco y los Apóstoles de la Palabra, es conveniente que éstos se retiren para evitar dar un mal testimonio a la comunidad.
6.11. Es importante que en los lugares estratégicos se vayan construyendo centros de evangelización, que por lo general tienen que pertenecer a la Iglesia local.
Serán como centros de irradiación del Evangelio en toda la región, estarán bajo el cuidado de los Apóstoles de la Palabra y servirán para impartir continuamente cursos de formación al pueblo en general y a los agentes de pastoral, a cualquier Movimiento o líneas que pertenezcan (Cf. E.G. 64)
6.12. Es conveniente que para poder empezar a realizar nuestra actividad en una diócesis, haya una invitación por escrito de parte del Obispo (Cf. E.G. 19). Lo mismo tiene que hacerse a nivel parroquias. Que el Párroco lo solicite por escrito y se comprometa de antemano a apoyar al Movimiento para que pueda lograr sus fines.
6.13. Por lo que se refiere a la vivienda, el sustento, las atenciones médicas y los gastos de pasaje, los Apóstoles de la Palabra dependen de la generosidad del pueblo y el sacerdote que los solicite. Nunca exigirán algo como un derecho.
6.14. Los Apóstoles de la Palabra podrán atender “territorios de misión” que quedarán completamente bajo su responsabilidad por lo que se refiere al método de trabajo (Cf. E.G. 7e)
6.15. En caso de necesidad, los Apóstoles de la Palabra tienen que hacer algún trabajo, para sostenerse y conseguir algo útil para el apostolado (aparato de sonido, dulces para los niños del catecismo, material didáctico, etc.)
6.16. Es necesario que los equipos de mujeres puedan contar siempre por lo menos con un cuarto donde dormir, estudiar, descansar y orar sin que nadie las estorbe.
6.17. Aparte de las actividades que miran directamente a la evangelización, los Apóstoles de la Palabra tienen que tratar de ayudar a la comunidad para que se supere en todos los niveles, promoviendo algo de medicina, repostería, higiene, cooperativismo y todo lo que se considere necesario para la elevación de la comunidad.
6.18. El Apóstol de la Palabra tiene que dar ejemplo de amor al trabajo, humildad y pobreza, lavando su ropa, aseando los locales en que vive, ayudando en la cocina y en el campo, colaborando en la construcción de alguna capilla, un centro recreativo o letrina, etc.
6.19. Para no perder el tiempo, el Apóstol de la Palabra tiene que contar siempre con un programa de actividades bien preparado, incluyendo la oración, el estudio, el apostolado y el trabajo manual, que tiene un grande valor formativo.
6.20. El trabajo manual remunerativo será utilizado en la medida que sea necesario, teniendo presente la prioridad absoluta de la evangelización.
Capitulo VII
PERTENENCIA AL DEPARTAMENTO
7.1. Pertenecen plenamente al Departamento “Voluntariado Misionero” todos(as) los(as) Apóstoles de la Palabra que se encuentren con promesa. Los demás pertenecen en sentido amplio.
7.2. La promesa dura un año y puede ser renovada hasta que se quiera, de acuerdo con los dirigentes del Departamento.
7.3. La fórmula de la promesa es libre. La parte esencial, que nunca tiene que faltar, es lo siguiente:
“Yo N.N., en presencia del P. N.N. (si hay algún sacerdote), de mi coordinador(a) diocesano(a) N.N. y de esta comunidad cristiana, para dar gloria a Dios y proclamar su Palabra con toda libertad y valentía hago promesa de servir a la Iglesia durante un año en el Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra”, comprometiéndome a cumplir con sus Estatutos y obedecer a mis coordinadores”.
7.4. Para poder hacer la promesa por primera vez, se necesita un periódico de prueba de unos tres a seis meses.
7.5. Los(as) coordinadores(as) diocesanos(as) establecerán los lugares, donde los(as) aspirantes “Apóstoles de la Palabra” realizarán su formación.
7.6. Los Centros de Formación para aspirantes “Apóstoles de la Palabra” se establecerán en algunas Casas del Apóstol, y en algunos lugares estratégicos, donde los candidatos puedan pasar la prueba (Cf. E.G. 72)
7.7. Los requisitos de admisión son los siguientes:
a) Deseo de conversión
b) Buena voluntad y
c) Capacidad de convivir
No se admitirán personas que tengan problemas graves de salud, trastornos psicológicos o problemas de desviación sexual.
Ni personas que rechazaran públicamente la fe católica, se aparten de la comunidad eclesiástica o estén excomulgados C. 31611 (Cf. E.G. 12b)
7.8. Respecto a la edad, para los hombres se necesita que tengan por lo menos 16 años y para las mujeres 14 años, siempre que den muestras de responsabilidad.
7.9. Tratándose de menores de edad, se necesita el permiso de sus papás, excepto casos especiales en los cuales se trata de ayudar a los jóvenes en situaciones de opresión.
7.10. No es conveniente aceptar para que renueven la promesa a gente descontenta, de carácter difícil o con poca iniciativa.
7.11. Por motivos graves, algún Apóstol de la Palabra puede ser expulsado del Movimiento.
Estos pueden ser:
a) Grave escándalo a la comunidad.
b) Abierta desobediencia a los dirigentes
c) Mucha flojera (Cf. E.G. 13)
7.12. Normalmente esta decisión será tomada por el(la) coordinador(a) diocesano(a). En caso de urgencia puede ser tomada también por el(la) coordinador(a) parroquial o zonal, que en la mayor brevedad posible dará aviso al(la) coordinador(a) diocesano(a), quedando a salvo el derecho del expulsado de apelar a la autoridad correspondiente (Cf. E.G. 13)
7.13. Cuando alguien no puede cumplir con la promesa, solicite la dispensa al coordinador(a) diocesano(a) que se la concederá.
7.14. El que sienta el deseo de consagrar toda su vida a Dios en el apostolado mediante la pobreza, castidad y obediencia siguiendo como Apóstol de la Palabra, participe en los encuentros vocacionales y póngase en contacto con los encargados del Instituto Misionero o la Fraternidad Misionera.
7.15. Los matrimonios pueden estar al servicio del Movimiento, para apoyar su organización interna, o a servicio de la Iglesia local. Los primeros tienen que ser escogidos por la dirección del Movimiento; los demás tienen que resolver ellos mismos los problemas acerca del lugar de trabajo y las condiciones del mismo.
7.16. Para que entre los Apóstoles de la Palabra se establezcan lazos de noviazgo o matrimonio, se necesita la aprobación del Director del Departamento. Normalmente se concederá el permiso a quienes se crea que puedan ser aceptados a dar un servicio en el Movimiento por toda la vida.
7.17. Se ofrecerá todo el apoyo posible a los Apóstoles de la Palabra casados, que quieran trabajar en el Movimiento por toda la vida. Un día podrán representar uno de los grandes pilares de la evangelización.
7.18. Se apoyará la formación de matrimonios entre los mismos Apóstoles de la Palabra. La comunión de ideales es una garantía segura para un encuentro profundo a nivel matrimonial y apostólico.
7.19. Los Apóstoles de la Palabra casados tratarán de inventar formas de solidaridad en campo económico, que les permita vivir sin depender completamente de la comunidad (Cf. E.G. 43)
INDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN..............................................................
2
Capitulo I
SEDE...........................................................................
2
Capitulo II
FINALIDAD....................................................................
3
Capitulo III
ORGANIZACIÓN..............................................................
3
Capitulo IV
ESPIRITU......................................................................
7
Capitulo V
FORMACIÓN...................................................................
8
Capitulo VI
METODO DE TRABAJO......................................................
8
Capitulo VII
PERTENENCIA AL VOLUNTARIADO........................................
10
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